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viernes, 21 de febrero de 2014

‘La España de Franco’, Manuel Chaves Nogales



Voy a decir algo por lo que quizá algunos me acusen de temerario o incluso de inepto (asumo el riesgo), pero he aprendido más sobre la Guerra Civil española y sobre la España de Franco leyendo a Chaves Nogales que repasando los libros de nombres capitales de nuestra historiografía como Antony Beevor, Hugh Thomas o Paul Preston, entre otros. Ojo, no porque estos ilustres británicos no hayan escrito grandes obras de referencia sobre nuestra contienda (¡benditos sean algunos de sus títulos!), sino porque soy de los que piensan que como las fuentes originales no hay nada. Vaya, que tener el goce de leer a un periodista que salió a tiempo de España y que tuvo la oportunidad de publicar en los años treinta sus opiniones en un semanario francés sobre lo que estaba viviendo nuestro país, no tiene precio.

La editorial Almuzara, junto a otros sellos, están recuperando a Chaves Nogales desde hace unos años, cosa que nos alegra a quienes hasta hace poco apenas habíamos leído nada de él. En La España de Franco tenemos una serie de artículos que el periodista sevillano escribió en L'Europe Nouvelle entre julio de 1938 y septiembre de 1939. Allí vemos a un hombre escéptico, temeroso incluso ante el desenlace de la guerra, desconfiado de ambos bandos, pero profundamente lúcido como para denunciar cuál era la estrategia del caudillo, cuáles eran las manos que movían los hilos del movimiento que se había alzado contra el gobierno de la República, cuáles iban a ser las consecuencias e incluso cómo iba a ser la España que iba a quedar después del vasto derramamiento de sangre. 

Nada que nos cuente Chaves Nogales en estos artículos nos tiene que pillar por sorpresa puesto que todo está más que documentado: la ayuda militar de Italia y Alemania a Franco, el papel que jugaban Gran Bretaña y Francia, el debilitamiento del ejército de la República por la falta de ayudas internacionales, el rol comunista de la Unión Soviética en esta encrucijada histórica, la importancia que cobró Falange cuando se la designó como el partido del gobierno y tantos otros aspectos conocidos. Lo importante aquí no es tanto desvelar misterios o pisar territorio virgen, sino descubrir la capacidad de un periodista que supo analizar a la perfección lo que estaba ocurriendo y, además, pronosticar lo que iba a venir años más tarde.

En estos artículos hay algo más que información, hay retratos humanos y sentimientos por mucha distancia que pusiera su autor, pero lo más relevante es que Chaves Nogales formaba parte de esa España. No estamos ante un estudio sesudo de lo que ocurrió varias décadas atrás, sino que la materia que nos está mostrando este libro es lo que en esos precisos momentos estaba viendo quien nos la está contando. Lo que se venía abajo era su España, eran sus compatriotas quienes morían, eran sus proyectos los que habían quedado atrás. Estos no son textos de un reportero enviado a una guerra que le es ajena (como fue el caso del propio Chaves Nogales cuando documentó lo que se incubaba en la Alemania de Hitler, y que Almuzara recogió en el libro Bajo elsigno de la esvástica)  sino que los firma alguien que, desde fuera, ve cómo se desangra su país.

Si uno quiere saber la crónica completa de la Guerra Civil española o del franquismo, tiene buenos volúmenes para acceder a ellos, como los que firman Beevor o Preston, entre otros. Pero para dejarse envolver por aquellos ambientes de guerra, por el peso de las decepciones, por el desconcierto, el temor, la rabia, la indignación, la astucia, la superioridad... nada mejor como acudir a hemerotecas y a las fuentes originales. La España de Franco no deja de ser un ejercicio hemerográfico, son artículos que andaban perdidos y que una editorial ha decidido recuperar para fortuna de lectores con inquietudes históricas. Esta es una muestra más del genio de Manuel Chaves Nogales, una prueba palpable de la importancia que tuvo el periodismo en aquella época y, a fin de cuentas, la carta de presentación de una nueva y triste España que un humilde profesional legaba a la posteridad. Todo lo que vino después él ya lo imaginó.    

miércoles, 23 de octubre de 2013

‘Bajo el signo de la esvástica’, Manuel Chaves Nogales



Una de las iniciativas que más me motivan de cualquier editorial es el empeño en recuperar textos olvidados de escritores que, o bien fueron relevantes, o bien no llegaron a serlo aunque no por falta de talento. Hablo de cuando Destino decide volver a lanzar en un volumen dos novelas de Ignacio Agustí, o de cuando Acantilado reúne las crónicas de Eugeni Xammar, o Melussina recupera a Albert Londres e Ilya Ehrenburg, o BackList piensa que Carmen de Icaza merece volver a estar en librerías o Blackie Books llega a la conclusión de que Jardiel Poncela tiene todavía mucho que ofrecer. Esto, claro está, entre otros muchos ejemplos.

Me gusta pensar que no es que las editoriales les den una segunda oportunidad a los textos (en general, estos han sido amortizados a lo largo de los años por varias generaciones de lectores), sino que la auténtica oportunidad es la que nos brindan a nosotros de poder descubrir auténticos tesoros que, de no encontrarlos en librerías de viejo, podían habernos pasado desapercibidos. Un buen ejemplo de esto es el caso de Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897 - Londres, 1944), un desconocido hasta hace unos años para muchos y que gracias a la labor de editoriales como Almuzara, Libros del Asteroide o Espuela de Plata, entre otras, ha vuelto a librerías luciendo, prácticamente al completo, sus galas literarias y periodísticas.

Uno de los títulos que Almuzara ha recuperado es Bajo el signo de la esvástica, los reportajes que Chaves Nogales escribió en el periódico Ahora sobre la Alemania nazi a pocos meses del ascenso al poder de Hitler. El periodista sevillano vierte una mirada sobre la realidad de una población alemana que poco a poco se va dejando convencer, cada vez con más entusiasmo, por las ideas de un hombre que asegura tener la hoja de ruta para devolver a Alemania y a los alemanes al lugar que les corresponde. Y el camino parece ser inevitable: la guerra.  “A los quince días de estar en Alemania se oye hablar así y no se escandaliza uno: No tenemos más remedio que hacer la guerra, y el único hombre capaz de llevarnos a ella es Adolfo Hitler. Sólo por eso cuenta Hitler con la adhesión inquebrantable de sesenta millones de alemanes. El programa que se ha trazado el partido nacionalsocialista satisface plenamente las aspiraciones del pueblo alemán”.

Chaves Nogales se sitúa en una posición de observador. No se deja impresionar por lo que ve y oye, pero no pierde la capacidad de identificar cuáles son las señales que apuntan a un cambio de actitud en el alemán medio, quien hace suyas las necesidades expansionistas de Hitler: “nuestro destino histórico es la Gran Alemania, el Imperio. No renunciamos, ni hemos renunciado nunca, a un solo alemán de Alsacia, Lorena, Polonia, Austria o Checoslovaquia. Reconquistaremos los territorios perdidos de 1918, incluso contra la voluntad de sus habitantes si la independencia de la patria alemana y las necesidades de su poder político lo reclamasen”. Estas palabras, vale la pena remarcarlo, fueron recogidas en mayo de 1933.

Chaves Nogales no se limita a destacar cómo va calando la furia de Hitler entre los alemanes, sino que analiza también cuál es el país que se van a encontrar las nuevas generaciones: “A partir de ahora, el niño alemán vendrá al Mundo con el convencimiento indestructible de que es un niño privilegiado que pertenece a la mejor raza de la tierra”. La Alemania que está naciendo es la de unos hombres dispuestos a sacrificarse por el trabajo y por su patria, la de unas mujeres que “Hitler ha metido en la cocina de un manotazo”, la de unos niños que encarnarán la perfección de la raza aria. Un país que se creerá perfecto e indestructible.      

A través de estos textos, el lector podrá ver también una comparación entre el carácter del pueblo alemán y el español. Chaves Nogales avisa varias veces de que lo que está viendo en las calles de Berlín difícilmente podría ocurrir en España, porque el español es muy diferente del alemán y porque las condiciones de vida de un país nada tienen que ver con las del otro. Se sorprende, por ejemplo, cuando ve a ciudadanos altamente cualificados dedicados a tareas de campesinos, como cuando se topa con “uno de esos millares de ingenieros alemanes que no han trabajado nunca, porque no han tenido en qué trabajar. Todavía no se conoce en España esta tragedia del hombre laborioso y capacitado que consagra su juventud a adquirir una técnica difícil y que luego se ve envejecer y morir en la miseria, sin que el Mundo le haya ofrecido jamás la ocasión de ser útil y sin que haya podido probar si servía o no”. Y añade: “Así, declarados superfluos, hay muchos millares de hombres en Alemania; técnicos de todas las técnicas que, con sus diplomas en el bolsillo, barren las calles o escardan los sembrados”. La vida y la historia dan muchas vueltas: ¡si Chaves Nogales levantara la cabeza!

Bajo el signo de la esvástica es un excelente libro, necesario, sobre el nacimiento del nazismo en Alemania, pero también sobre como el ser humano, en situaciones desesperadas, son capaces de agarrarse a cualquier esperanza y hacer suyos unos radicalismos que antes ni se les había pasado por la cabeza. Además, es una radiografía indirecta de la ingenuidad que vivía España en 1933, ajena todavía al futuro que se le avecinaba. Recuperar a Chaves Nogales ha sido un gran acierto. No cabe ninguna duda. 

viernes, 2 de diciembre de 2011

‘Puedo explicarlo todo’, Xavier Velasco

Puedo explicarlo todo
Xavier Velasco
Editorial Alfaguara
1ª edición, octubre de 2011
744 páginas
ISBN 9788420408477


Les voy a hablar de un tipo excéntrico a más no poder. Se llama Isaías Balboa y escribe libros de autoayuda cuyos ejemplares jamás consigue vender. Dinero parece que le sobra, puesto que se montó una imprenta con la que mantiene su negocio de impresión de facturas falsas para quien lo necesite. Pero ese imperio editorial que él cree controlar no se sustenta con las ventas de sus obras (él se las publica), sino con las ínfulas de grandeza que lo elevan al olimpo de los se creen postulados al Premio Nobel de Literatura. Lo más raro, no obstante, es que el tipo busca inspiración en la derrota y en la desesperación de la gente y qué mejor lugar para ello que los velatorios. Oye, y si se tiene que llevar a la cama a alguna viuda para darle consuelo (además del pésame y una copia de su último libro), ni lo duda: el negocio es el negocio.

Pero este tipo malcarado, egocéntrico, buitre y fantasmón no es el conductor de esta historia mexicana de amores y desamores, de promesas y de traiciones, de víctimas y de asesinos, de gurús y de ingenuos. Aquí el que lleva la voz cantante (por así decirlo, porque ni él mismo sabe lo qué quiere) es Joaquín: el discípulo de don Isaías Balboa (su negro, en realidad), el más digno sucesor de su ideología y el que más dispuesto está a traicionarlo. También es el hijo de una mujer desquiciada y violenta, víctima de los deslices del gañán de su marido, Manolo, quien no duda en cepillarse a su vecinita mientras el marido de ésta le va montando un fraudulento negocio para que el adúltero se enriquezca. Joaquín va a tener que lidiar con los fantasmas de su pasado para seguir adelante y, de paso, conquistar el amor de dos mujeres que tampoco parecen saber cuál es su senda en la vida.

Todo este catálogo de personajes desorientados son solamente una parte de los muchos que van apareciendo en Puedo explicarlo todo, la nueva novela del mexicano Xavier Velasco. Se trata de una divertida sucesión de disparates, pero vertidos con suma inteligencia y escritos con precisión. También es una novela rotunda, con diálogos desesperados e incluso crueles (aquella desesperación y crueldad que se filtran en la sangre cuando a uno ya no le queda más remedio). Dicho de otro modo: estamos ante una tragicomedia mexicana de amor y sobre la búsqueda del sentido. Una tragicomedia, por cierto, que podría adaptarse a cualquier escenario donde las grandes crisis (económicas o existenciales) hacen que las personas queden arrinconadas de la sociedad.

Puedo explicarlo todo está hábilmente estructurada para que el lector tenga que seguir leyendo. Xavier Velasco huye del relato lineal y va haciendo saltos temporales mientras nos va presentando (con gran dominio del ritmo narrativo) los diversas situaciones que, poco a poco, reconstruyen el tortuoso pasado de los personajes y su incierto presente. De esa manera, el autor consigue que sintamos cierta complicidad por cada uno de los personajes, incluyendo los malísimos, y al final de la lectura nos quede la sensación de que la cosa podría haberse aguantado con cien páginas menos, pero nadie le hubiese echado en cara cien páginas más. ¿Qué se podía esperar de Xavier Velasco, un hombre que hizo un curso de ventrílocuo para cederle la palabra a un títere reconvertido en crítico literario para que le presentase la novela? Pues un espectáculo tan ingenioso como el que nos encontramos en Puedo explicarlo todo.

jueves, 10 de noviembre de 2011

‘Mein Kampf: Historia de un libro’, Antoine Vitkine

“Mein Kampf”: Historia de un libro
Antoine Vitkine
Editorial Anagrama
1ª edición, marzo de 2011
Trad. de Marco Aurelio Galmarini
266 páginas
ISBN 9788433925930


Cuando uno ha leído unos cuantos libros de diversos autores judíos que sufrieron el Holocausto, se da cuenta de que hay un par de preguntas que tienden a repetirse y que rara vez vienen acompañadas de respuesta: una apunta a cómo fue posible que el avanzado pueblo alemán tolerara el nazismo y se implicara en él, sobre todo a sabiendas de que en pleno siglo XX las situaciones de esclavitud estaban ya liquidadas; la otra se cuestionaba por qué el resto de potencias mundiales no hizo más para acabar con Hitler antes. Evidentemente, no son preguntas que deban responderse a la ligera, básicamente porque quienes se las planteaban en realidad querían saber por qué el ser humano, el poderoso y el humilde, no se dio cuenta del grado de perversión y odio que estaban alimentando, ya fuese bajo una actitud activa (jaleando el nazismo) o pasiva (echando la mirada a un lado).

El periodista francés Antoine Vitkine no pretende resolver estas dudas (¿acaso alguien puede hacerlo de forma definitiva?), pero con su análisis del Mein Kampf, el libro que escribió Hitler en 1924, Vitkine expone de forma pormenorizada cómo se gestó el nazismo y qué contenía el discurso del führer para que la población alemana, acechada por la crisis económica y la falta de esperanzas, convirtiera su rabia, su descontento y su desesperación en un voto para el partido nazi. Cada uno de los alemanes que apoyaron a Hitler, burgueses o trabajadores, tenían un motivo para hacerlo. Y ese despliegue de motivos estaban condensados en uno de los grandes best sellers de los años 30 y 40 en Alemania: el Mein Kampf (“Mi lucha”) de Hitler.

Vean los datos: en 1925, el libro vende 9.473 ejemplares; sólo en 1929, son 36.000 las ventas, entre primer y segundo volumen; un año después, son 54.000 alemanes los que lo compran; en el mismo año 1930, dado el éxito, el editor publica una edición popular de bolsillo que, en dos años, vende 230.000 ejemplares. Es decir, cientos de miles de libros vendidos a un pueblo alemán necesitado de alicientes. El Mein Kampf, ‹‹la biblia nazi››, ya era un éxito absoluto en 1932, un año antes de que Hitler asumiera el gobierno de Alemania. Al final del Tercer Reich, las ventas ascendían a 12.450.000 ejemplares. Como apunta Vitkine, en 1947 las arcas de Hitler iban colmadas de decenas de millones de euros actuales gracias a su libro. No es de extrañar que ante estos resultados, Hitler dijera: “Si en 1924 hubiera podido adivinar que un día me convertiría en canciller, jamás habría escrito Mein Kampf“. Pero lo cierto es que si jamás lo hubiese escrito, probablemente, nunca hubiese pasado de ser el líder de un partido minoritario con ínfulas de grandeza. Aunque quizá sería más acertado decir que nunca lo hubiese conseguido si antes no hubiese sido encarcelado por intentar dar un golpe de Estado: fue en prisión donde escribió su libro y donde comenzó a alimentar el discurso que lo acabaría llevando al poder.

El trabajo de Vitkine no se limita a estudiar en qué circunstancias Hitler escribió su libro, sino qué motivó su éxito. Entre las razones que expone, cabría destacar el hecho de que fuese una obra que interesaba tanto a seguidores como a enemigos (también a simples curiosos). En la Francia de antes de la ocupación, por ejemplo, se recomendaba su lectura para que los franceses se dieran cuenta del gran peligro que tenían al otro lado de la frontera. La otra razón, esta más de peso, es que decenas de miles de personas se sentían en la obligación de conocer (o, al menos, de tener en casa) el libro de Hitler. La difusión del libro tuvo un impulso determinante cuando pasó a convertirse en regalo obligado (o casi obligado) en bodas, empresas y todo tipo de actos sociales. Según Vitkine, no era raro encontrar fotos de la época donde una pareja de recién casados salía de la iglesia con un ejemplar del Mein Kampf bajo el brazo.

Vitkine expone otros aspectos interesante, algunos de los cuales probablemente sean desconocidos para la mayoría de lectores. Entre ellos, el éxito que tiene el Mein Kampf en algunos países como Turquía o India, donde cada año se venden miles de ejemplares: las razones son varias, unos porque buscan ver confirmadas sus ideas antisemitas y otros porque apuestan por régimenes menos democráticos. Sorprendente es también que en Alemania vender o divulgar el Mein Kampf está prohibido, hasta el punto de que prohíben a los profesores de universidad fotocopiar y pasar a los alumnos el libro de Hitler, a pesar de ser por una cuestión puramente académica. El control de Alemania sobre el Mein Kampf hace incluso que esté prohibido colgar la portada en Internet (se considera apología del nazismo) y también que desde este país se intente que en el resto del mundo se prohíba su venta. Gracias a ello, siempre según Vitkine, la obra de Hitler se retiró de la venta en Rusia (1992), Portugal (1998), República Checa (2000) y Polonia (2005). Eso sí, si la edición que se divulga es anterior a 1945, no hay violación de la ley (porque se trata de una ley posterior a 1945).

Todo esto conlleva un eterno debate en Alemania sobre si el libro debería divulgarse libremente para que todos tuviera acceso a una fuente histórica de lo que ocurrió en Europa, pero el miedo a que puedan nacer nuevos seguidores en el siglo XXI hace que la discusión quede más bien estancada. No es extraño, pues, que en una librería de Ibiza uno de los ejemplares que más se vende en verano sea la edición en alemán del Mein Kampf (los turistas alemanes no quieren renunciar a la curiosidad de saber qué decía un personaje que tanta relevancia tuvo en Alemania y en Europa). Parece ser que el libro de Hitler anda como un fantasma por el mundo, pero todavía anda. Brillante y necesario ensayo de Antoine Vitkine: el siglo XX nunca dejará de revelar secretos.

jueves, 20 de octubre de 2011

'L'alquímia del mercat d'alquímies, Maurici Pla

L'alquímia del mercat d'alquímies
Maurici Pla
Editorial Quaderns Crema
1ª edició, gener de 2011
152 pàgines
ISBN 9788477274933


Vet aquí una història absurda, delirant, però ben pensada i ben travada. Veieu, si no: l’administrador del museu de la ciutat de K. està prou enfeinat, ja que, per una banda, ha de negociar l’ampliació del museu cap als edificis del costat, on la seva dona té una pastisseria i, per l’altra, ha d’aconseguir una obra d’art per tal de què l’operació els hi surti una mica més rentable: Ciutat amb talaies, de Paul Klee. Però la recerca del dibuix de Klee es complica perquè masses persones asseguren tenir-lo i sembla que cap d’elles estan en possessió de l’original. A partir d’aquí, tot es va tornant cada cop més absurd: apareix un sabater que també fa de conseller en temes municipals i de podòleg, entre altres tasques; hi ha un vailet que sembla tenir la clau del tràfic d’obres d’art falses; un col·leccionista una mica excèntric; la dona del protagonista, que està disposada a qualsevol cosa pel seu bé; i la filla dels dos, que sembla més espavilada que cap altre personatge.

D’aquesta manera, Maurici Pla (arquitecte a més d’escriptor) s’inventa una ciutat que no existeix, amb un riu que no existeix i uns personatges i situacions que, podríem dir, tampoc existeixen. Però, en realitat, tota aquesta invenció és un retrat ple d’ironia d’una persona que se sent perduda en una gran ciutat a la recerca del seu tresor personal, d’uns secundaris molt capficats en les seves ambicions i, sobretot, de la corrupció que ningú veu però que ho governa tot. Maurici Pla està parlant d’art, però podria estar parlant d’una altra cosa. Tot conforma un seguit de situacions al més pur estil kafkià, on un alter ego de Josef K. intenta fer tot el que pot per satisfer tothom, però no pot evitar convertir-se en víctima d’aquells que l’envolten.

L’alquímia del mercat d’alquímies (Editorial Quaderns Crema) és una novel·la curta ple de simbolisme. Ja el títol apunta a un emplaçament (el mercat d’alquímies) on qualsevol objecte sense valor es pot convertir en un tresor i fins i tot el nom de la ciutat (que, com que no apareix fins el final, ens el reservarem) sembla voler insinuar alguna cosa referent a la capacitat expressiva dels personatges i amb el moviment. Sabem, això sí, des del principi, que el nom de la cuitat comença per K de Kafka i de Klee. En resum, que la novel·la de Pla es pot llegir com una història delirant o bé es pot començar a rascar i endinsar-se en tot allò que hi ha amagat en aquestes pàgines. Un relat original i estimulant. Pura arquitectura literària.

martes, 4 de octubre de 2011

'Españistán: Este país se va a la mierda', Aleix Saló

Españistán: Este país se va a la mierda
Aleix Saló
Editorial Glénat
Género: Cómic
1ª edición, marzo de 2011
144 páginas
ISBN: 9788499471754


Qué difícil es ponerle humor a esta jodida crisis. Digo jodida porque no valen eufemismos ni medias tintas con esta situación que parece tener en jaque incluso al más optimista, al menos en lo que a la periferia de Europa se refiere. Y he ahí el subtítulo, más irónico que premonitorio (eso espero), del cómic de Aleix Saló: “Este país se va a la mierda”. Españistán es ese Estado que el autor ha retratado como una caricatura de éste en el que vivimos, donde los más ricos tienen más opciones de negociar sus deudas, los becarios son precarios, los bancos mantienen controlados a los partidos políticos, el Gobierno salda los servicios públicos y la burocracia le quita las ganas hasta al más emprendedor.

En el cómic, tres personajes se disponen a ir a las instancias oficiales de Españistán para que a uno de ellos le eliminen la hipoteca que, en breve, lo dejará en la calle y con una deuda de 80.000 euros (¿les suena esta historia?). Pero lo que parece un camino asequible se convierte en algo imposible cuando, al llegar, los mandan de un lado a otro dándoles largas constantemente (recordarán aquel artículo de Larra, “vuelva usted mañana”, pues aquí más bien parece un “no vuelva usted más”). A través de este periplo por los órganos financieros y gubernamentales de Españistán, Saló hace una reconstrucción sarcástica y corrosiva tanto de la crisis que vive España, como de aquellas señas que han marcado durante años el descaro de todo un sistema poco disciplinado.

Españistán, que lleva vendidos unos 7.400 ejemplares desde su publicación en marzo de este año, empezó a cobrar reconocimiento cuando su autor decidió promocionar su obra a través de un video que colgó en YouTube y que corrió como la pólvora en las redes sociales: un magnífico diagnóstico de la responsabilidad que tuvo el gobierno de Aznar en la actual crisis. El cómic que tenemos entre manos refleja lo que vino después de ese video, por lo que no hay que esperar encontrar en el libro una ampliación de lo que hemos visto en YouTube, sino las consecuencias de lo que ahí se enseña. Hay quienes dicen que se puede hacer humor de las situaciones dramáticas: ocurre cuando la cosa pinta tan mal, tan mal, tan mal, que no nos queda más remedio que echarnos a reír. Pues eso, al mal tiempo, buena cara.

domingo, 11 de septiembre de 2011

‘Mía es la venganza’, Friedrich Torberg

Mía es la venganza
Friedrich Torberg
Sajalín Editores
1ª edición, junio de 2011
Trad. de Lidia Álvarez Grifoll
114 páginas
ISBN 9788493805166


La literatura sobre el Holocausto parece inagotable. Por mucho que creamos haber leído todo lo importante (Primo Levi, Imre Kertész, Ana Frank y unos cuantos más), siempre nos llega algún otro libro que nos sorprende y nos descubre un nuevo episodio sobre la gran barbarie del siglo XX. Es lógico pensarlo si tenemos en cuenta que cada persona, cada campo de concentración, cada experiencia vivida pueden dar para una novela: murieron seis millones de judíos a manos del nazismo y probablemente la gran venganza de los que sobrevivieron fue revelar su propio testimonio, de forma oral o escrita, para que nadie olvide lo que pasó. Para que no se repita.

En Mía es la venganza, relato escrito por el austríaco Friedrich Torberg (1908-1979), se hace una profunda reflexión precisamente sobre este aspecto: ¿cuál es la venganza judía contra el Holocausto? Contesta Aschkenasy, uno de los personajes: “nos vengamos constantemente porque existimos y todavía seguimos existiendo”. Y sigue: “ya clamábamos venganza al Señor en los tiempos de los reyes y los profetas, igual que hoy: ¡no seáis tan pusilánimes para creer que esa es nuetra calamidad y nuestra miseria! ¡Es nuestra victoria! Que el clamor y el salmo sigan valiendo como hace mil años, ¡eso es nuestra victoria!”.

Este relato, publicado por primera vez en 1943 en Estados Unidos, arranca con una imagen desconcertante. Un hombre espera demasiado a menudo la llegada de alguien en el puerto de Nueva Jersey, aunque nunca recibe la visita de nadie. Un día, otro individuo se le acerca y le pregunta que por qué espera tanto y quién es la persona que tiene que llegar. Él le responde que aguarda a 75 personas, aunque reconoce que nunca los verá. Ante el efecto de sus palabras, éste decide explicarle el motivo de su insistente espera y para ello se remonta a su pasado: es un superviviente del campo de concentración de Heidenburg, en el oeste de Alemania.

El relato es una introspección a la psicología de cada una de las partes que conforman la tragedia: los judíos que querían morir, los que querían vivir, los que nunca dejaban de preguntarse el motivo de esa persecución (“no nos odian por lo que hacemos, nos odian por lo que somos”, dice un personaje), los nazis que hacían gala de la perversión y la maldad más absoluta y retorcida… Lo que aporta este relato no es tanto el mostrar un nuevo episodio sobre el Holocausto (lo de “nuevo” sería relativo, ya que fue uno de los primeros textos que se publicaron), sino confrontar psicologías y ahondar, en pocas páginas, en la esencia de la supervivencia de los judíos más allá del siglo XX. En este sentido, Mía es la venganza es un relato brillante y necesario. Brutal en todos los sentidos.

El libro reúne también el relato El regreso del Golem, centrado en Praga, donde Torberg sitúa a un grupo de soldados nazis que tienen como objetivo hacer registro de toda la documentación y objetos de culto de los judíos que van a ser exterminados. Mientras uno de los oficiales parece más benévolo, otro, en cambio, pretende hacer el máximo daño y decide quemar la sinagoga Vieja-Nueva, símbolo de la resistencia judía, donde se encuentra enterrado el Golem. Este relato puede resultar bastante denso, al menos en comparación con el primero, pero sirve para completar el acercamiento a la literatura de Torberg y a su intento por adentrarse en las mentes de los que protagonizaron y sufrieron el Holocausto.

jueves, 1 de septiembre de 2011

‘Jo confesso’, la gran novel·la europea de Jaume Cabré


L'autor, mirant el seu protagonista, Adrià Ardèvol / Foto: Manel Haro


Jaume Cabré ja comença a acostumar els seus lectors a les novel·les monumentals. Després de l’exitosa Les veus del Pamano (Proa), que ha arrasat dintre i fora de Catalunya (a Alemanya en va vendre 450.000 exemplars), ara publica Jo confesso (Yo confieso en castellà), novel·la ambiciosa que recull els darrers sis-cents anys de la història d’Europa.

El protagonista és Adrià Ardèvol, nascut als anys 40 i fill d’un antiquari del barri de l’Eixample amb masses secrets al darrere. L’Adrià té una infantesa solitària, se sent poc estimat i està ferit per un poderós sentiment de culpa. La novel·la, amb un títol profundament aclaridor, es revela com una confessió que fa el propi Adrià al lector. “Es tracta d’una novel·la que va de la bellesa a la vellesa i sobre l’ànsia de saber”, ha explicat Cabré en la presentació a l’Ateneu de Barcelona, tot senyalant que la coberta és una gran metàfora de l’argument: “el nen intenta agafar un llibre que no li toca per la seva edat”.

Tot i que els fets passen a un pis gran de l’Eixample, en realitat la novel·la recorre altres indrets d’Europa i aprofita per reflexionar sobre “què és la crueltat, què la justícia, com pot ser que una persona no pateixi veient patir a una altra, si hi ha algun déu i en aquest cas per què permet la crueltat”. Cabré ha volgut matissar que en la novel·la hi ha molta presència del mal, però no és aquest l’únic eix argumental de Jo confesso, títol que inevitablement recorda al J’accuse d’Emile Zola. “No intento explicar la crueltat ni donar respostes, sinó que aquest és el context en el que es mou l’Adrià, però em donaria per satisfet si amb la novel·la aconsegueixo que el lector es faci unes quantes preguntes”, ha puntualitzat l’autor.

Cabré ha aprofitat per destacar que la literatura catalana ha aconseguit consolidar-se fora de Catalunya gràcies en bona part a la Fira de Frankfurt i tot salvant que “el gran handicap de la literatura catalana és que no té al darrere un Estat que la impulsi a Europa, com sí succeeix amb altres literatures”. Jo confesso ja ha venut els drets de traducció a Alemanya, França, Itàlia i Holanda.

LES PORTADES


lunes, 29 de agosto de 2011

'La ciencia y la vida', José Luis Sampedro, Valentín Fuster y Olga Lucas

La ciencia y la vida
José Luis Sampedro, Valentín Fuster y Olga Lucas
Editorial Plaza & Janés
1ª edición, abril de 2008
252 páginas
ISBN 9788401336768


Siempre es necesario echar la vista atrás cuando las cuestiones de actualidad corren el riesgo de acabar devorando toda una trayectoria y toda una vida dedicada a la sociedad. Y digo esto porque ni José Luis Sampedro ni Stéphane Hessel han nacido este año del vientre de los indignados. Estos dos nonagenarios (los dos nacieron en 1917) llevan décadas intentando que el mundo que legan a las nuevas generaciones sea el mejor posible; claro que los consejos que han ido regalando durante años han tenido que calar hondo justo cuando la situación parece (¿acaso no lo es?) desesperada. No es raro entonces que, con una obra tan sencilla y obvia como ¡Indignaos! (Destino/Columna), Hessel empiece a ser reconocido justo ahora. Casi lo mismo que le está pasando a José Luis Sampedro, quien debe tener afonía de tanto repetir el peligro de los excesos de esta época híper consumista y acelerada en la que vivimos. Qué injusto sería reducir a Sampedro a su última obra, Reacciona (Aguilar), en la que comparte protagonismo con otros once autores.

Mucho antes de los indignados, José Luis Sampedro ya existía y prueba de ello es este volumen que editó Plaza & Janés en abril de 2008, cuando la crisis todavía era un eufemismo (“cambio de ciclo económico” o “crecimiento debilitado” que decían las altas esferas mientras nuestra economía bordeaba el abismo). La ciencia y la vida es el libro en el que Sampedro y el cardiólogo Valentín Fuster (con el apoyo de Olga Lucas) exponen una serie de reflexiones sobre cuestiones fundamentales de la sociedad y el ser humano: por ejemplo, si aquello que hacemos es realmente lo que queremos hacer o simplemente nos estamos dejando llevar por la inercia de la sociedad y los mercados; por qué un hombre se plantea si ha obrado bien durante su vida solamente justo en el momento que ve venir la muerte y no hace esta reflexión siempre, antes de cualquier decisión: por qué el poder y el pueblo están siempre tan alejados; si la sanidad está realmente bien gestionada…

En La ciencia y la vida se leen preguntas como “¿podríamos modificar el ego o supervivencia emocional, que se derrumba en momentos de crisis, mediante la educación, desde la infancia?”, “¿podríamos inculcar a los niños desde pequeños el concepto de utilidad social?” o “¿por qué la misma población que si oye la noticia de que en tal punto del globo terráqueo hay un alimento contaminado que eventualmente podría causar alguna enfermedad, automáticamente, hunde el mercado dejando de comprar ese producto, en cambio, se sigue atiborrando de grasas y dulces, sigue fumando y llevando vida sedentaria y estresada por mucho que demuestres y expliques que eso sí puede acarrearles una seria enfermedad e incluso la muerte?”.

Hay más preguntas en este volumen, a las que Fuster y Sampedro intentan dar respuesta desde su experiencia, aunque algunas simplemente parecen difíciles de solucionar. Con sencillos ejemplos, estos dos sabios (no es retórica, realmente lo son) demuestran cómo el cuerpo humano es un símil a pequeña escala de la sociedad: no hacer caso a un pequeño problema, puede provocar que una persona (que toda una sociedad) llegue al colapso y al infarto (de miocardio, social). Además de la responsabilidad social y la responsabilidad con uno mismo (cuerpo, mente y espíritu), en este libro también está la semilla del inconformismo y la necesidad de reacción y lo que mejor lo ejemplifica es Sampedro parafraseando una frase del Enrique V, de Shakespeare: “Es hermoso pensar que el poderoso, cuando abre la puerta para salir de su casa, descubre que durante la noche ha crecido una hierba que no le deja salir”.

La ciencia y la vida es un compendio de reflexiones tan brillantes, que incluso los más iluminados encontrarán aquí más luz. Su lectura debería ser recomendada en todos los institutos, ya que sobre todo enseña a pensar por uno mismo. Es más, el repaso que Fuster y Sampedro hacen a la vida es tan exhaustivo, que incluso no sería descabellado leerlo una vez cada diez años, cada vez que cambiamos de etapa, como una prescripción médica. En definitiva, un ensayo inteligente e imprescindible de dos mentes que no deberían apagarse nunca.

sábado, 27 de agosto de 2011

'Luna de miel', Leonard Michaels

Luna de miel
Leonard Michaels
Editorial Nórdica Libros
1ª edición, 2011
Trad. de Aurora Echevarría
64 páginas
ISBN 9788492683529


Hasta el primer trimestre de 2010, nada podíamos leer en España del escritor estadounidense Leonard Michaels (1933-2003), voz muchas veces comparada con la del también escritor judío Philip Roth. Sin embargo, en el último año, han aparecido tanto en catalán como en castellano algunas de sus obras más relevantes: la editorial Viena publicaba en 2010 Sylvia, con traducción al catalán de Dolors Udina, novela que recreaba el estilo de vida que llevaron muchos jóvenes americanos en los años 60: drogas, liberación sexual, alcohol y música; excesos que, en algunas ocasiones, provocaban muertes demasiado prematuras. Aunque si por algo es conocido Michaels, es por sus historias cortas, las cuales recogió la editorial Lumen en el volumen Los cuentos, con traducción de Aurora Echevarría. Precisamente una de esas historias, Luna de miel, es la que ha publicado Nórdica Libros en su colección Minilecturas (también incluida en la antología de Lumen).

En ella, el autor presenta a un par de camareros que trabajan en un complejo turístico donde suelen ir las parejas para celebrar su luna de miel. Uno de esos empleados, Larry Starker, judío con un físico que recuerda demasiado a los soldado de la Alemania nazi, le echa el ojo a Sheila, una muchacha que ha contraído matrimonio con Morris Kahn, la cual no dudará en dejarse seducir rápidamente por el irresistible atractivo de Larry. Será el segundo camarero quien nos narre los escarceos de Larry y su afición al balonmano.

Luna de miel no es el relato más brillante de Michaels, pero conserva la esencia de buena parte de su obra, en la que suelen aparecer personajes mitad soñadores mitad atormentados y abocados a destinos demasiado inciertos con algún que otro tinte entre patético y trágico (como ocurre en la novela Sylvia o en otros relatos, como El maniquí). Las señas de identidad judías también están muy marcadas en su obra y este relato es un claro ejemplo de ello, como también lo es Chico de ciudad. La sexualidad y la débil frontera entre el amor y el odio también son temas recurrentes en Michaels. En definitiva, sirva este relato como una ventana abierta a toda su obra.

sábado, 30 de julio de 2011

‘Una comedia en tono menor’, Hans Keilson

Una comedia en tono menor
Hans Keilson
Editorial Minúscula
1ª edición, 2011
Trad. de Carles Andreu
150 páginas
ISBN 9788495587794


A pesar de que la obra del alemán Hans Keilson, fallecido a los 101 años el pasado 31 de mayo, supuso una importante aportación para la reconstrucción de la vida y la muerte bajo el nazismo, especialmente con su novela La muerte del adversario (Minúscula), lo cierto es que tanto su trayectoria como su defunción pasaron más que desapercibidas por España. Su muerte no entró en las páginas de cultura, sino que fue relegada a alguna esquela publicada un par de días después del deceso en el mejor de los casos. La muerte del adversario está a la altura de las mejores novelas del siglo XX sobre el advenimiento del nazismo y su fuerza radica en que en ella no encontramos asesinatos ni la brutalidad de los campos de concentración, sino que se narra, con inteligentes alusiones, el intento de comprender lo que motiva determinadas actitudes inexplicables en el ser humano. Y lo hace a través de la figura del adversario (el nazismo en general y Hitler en particular, aunque en el libro estas últimas palabras ni siquiera aparecen).

No fue hasta 2010 cuando en España pudimos leer su primera novela traducida al castellano, La muerte del adversario, la más importante de su carrera, que fue publicada en alemán en 1959. Ahora, nuevamente la editorial Minúscula pone a disposición del lector otra de las novelas de Keilson sobre la barbarie del nazismo: Una comedia en tono menor. En ella no hay comedia ni tampoco un humor descarnado, sino más bien un cúmulo de situaciones tan lamentables que uno no puede dejar de imaginarse que aquello Keilson lo quería presentar como una triste y grotesca caricatura de lo que él mismo vivió.

En Una comedia en tono menor, tenemos a un matrimonio holandés, Wim y Marie, que se ofrece a acoger a un judío que ha llegado huyendo de Alemania. Él, Nico (un pseudónimo que se pone a sí mismo para estar más seguro), no da detalles sobre quién es exactamente, nada sabemos de él, exceptuando que vive escondido mientras aguarda el momento en que la II Guerra Mundial llegue a su fin y Hitler sea derrotado. Pero la espera se hace demasiado larga y cada día sus fuerzas se van debilitando.

La historia de Nico contiene, en cierto sentido, los miedos que tuvo el propio Keilson cuando llegó a Holanda huyendo, como su personaje, del nazismo (sus padres no tuvieron esa suerte y murieron en Auschwitz). El autor alemán, testigo directo de casi todo el siglo XX (nació poco antes de la Primera Guerra Mundial, en 1909), traslada así al papel lo que él mismo sufrió; especialmente notables son algunos pasajes de La muerte del adversario. Y aunque Una comedia en tono menor no suponga un impacto tan fuerte como la anterior novela, sí al menos servirá para saber algo más del periplo del autor y para adentrarse en otro de los muchos episodios que se escribieron durante la Segunda Guerra Mundial: en este caso, la lucha por la supervivencia en el exilio y la colaboración de muchos holandeses con los exiliados.

lunes, 20 de junio de 2011

'Caligrafía de los sueños', Juan Marsé

Caligrafía de los sueños
Juan Marsé
Editorial Lumen
1ª edición, febrero de 2011
Género: Novela
437 páginas
ISBN: 9788426418982

Cuando un escritor, uno de los considerados grandes escritores, alcanza cierto nivel de reconocimiento (en este caso, hace tres años a Marsé le cayó el merecido Premio Cervantes) y acumula unas cuantas novelas que, con el tiempo, se han convertido en clásicos indiscutibles de nuestra literatura del siglo pasado (Últimas tardes con Teresa, El embrujo de Shanghai...), es posible que el listón empiece a caer y dicho autor se conforme con tirar de trayectoria. Eso es lo que temí (solo temí, nunca llegué a pensarlo del todo) cuando leí Canciones de amor en Lolita's Club (Lumen), una novela tan diferente a lo escrito antes y tan lejos de la auténtica esencia marseana; en otras palabras, una novela que no colmó mis expectativas.

Sin embargo, una vez aclarados mis temores, debo decir que Juan Marsé sigue en plena forma. Es más, con Caligrafía de los sueños su literatura se ha vuelto más personal y auténtica todavía, dado que esta es su novela más autobiográfica y en ella explica cuestiones sobre su vida que no había tocado antes en la ficción, como cuando su padre biológico, el taxista apellidado Faneca, que acababa de perder a su mujer tras parir a un hijo que a él le costaría atender (el pequeño Juan Faneca), recogió a un matrimonio (los Marsé) que justo acababa de ver cómo su hijo recién nacido moría y rogaban por una segunda oportunidad. Y así, Juan Faneca cambió de familia y pasó a ser Juan Marsé.

El protagonista de Caligrafía de los sueños, el trasunto del propio Marsé, es Domingo, un niño al que todo el mundo conoce como Ringo: hijo de padres adoptivos, aprendiz en una joyería, soñador, observador de todo lo que le rodea y probable futuro escritor dada su afición por anotarlo todo en un cuaderno. Alrededor de Ringo, los adolescentes de siempre, los "condenados aprendices de nada", como los llama el narrador, van dejándose ver por el barrio de Gràcia y mostrando cómo la miseria del franquismo ya los ha apartado de la lucha por ser alguien. De entre el elenco de personajes desquiciados destaca doña Victoria, la mujer del antiguo alcalde del barrio, que ahora se desvive por recuperar a su amante, al que despachó en un secreto arrebato y al que durante la novela busca día o noche por las calles y los bares. A medida que avanza la novela, la desesperación se la va comiendo. Como carta de presentación de Victoria, una escena en las primeras páginas con ella saliendo enloquecida de su casa y echándose a las vías de un tranvía que dejó de circular hace años.

Podríamos decir que Caligrafía de los sueños es lo de siempre, pero con más Marsé que nunca. Aquí el autor sigue con los mismos barrios y sus temas recurrentes y hasta reaparecen algunos de sus clásicos personajes, como el entrañable capitán Blay y el señor Sucre, de El embrujo de Shanghai. De hecho, Ringo ya aparecía en Si te dicen que caí: especialista en contar aventis, como lo es también en esta nueva novela. Todo podría resumirse a que "si al lector le gusta lo que escribe Marsé, Caligrafía de los sueños es una novela imprescindible". Marsé no decepciona y demuestra una vez más que es uno de los mejores escritores que ha parido España en el siglo XX.

domingo, 19 de junio de 2011

'El inventor de historias', Marta Rivera de la Cruz

El inventor de historias
Marta Rivera de la Cruz
Editorial Booket
1ª edición en bolsillo, junio de 2011
Género: Novela / Aventuras
368 páginas
ISBN: 9788408102830

A estas alturas, parece fuera de toda duda la calidad narrativa e imaginativa de la escritora gallega Marta Rivera de la Cruz. La que fue finalista del Premio Planeta con En tiempo de prodigios ve ahora editada en bolsillo El inventor de historias, una novela arrolladora, conmovedora, original y profundamente adictiva. En ella, Linus Daff es un británico de origen humilde que descubre que su don está en el oficio de inventar historias. Al principio lo hace cuando está alojado en una pensión de mala muerte y el marido de la casera le pide que le ayude a justificar una borrachera y una pelea en un bar. Linus Daff se inventa que este hombre ha luchado, nada más y nada menos, que contra Jack el Destripador y ha salvado la vida de una joven.

Tal es el éxito, que empieza a correr la voz de que el joven Daff es un verdadero as de la ficción. El rumor de su oficio empieza a correr como la pólvora por las altas esferas de la sociedad británica, gente que necesita como nadie justificar sus deslices. La minuta de este inventor de historias es cada vez mayor, igual que su prestigio. Daff se acostumbra a inventar historias en torno a infidelidades u otros asuntos que atañen a la imagen de los más acomodados. Sin embargo, el protagonista no se implica tanto en ninguna de ellas como cuando recibe la petición de reescribir todo el pasado de un enfermo millonario que está a punto de morir. ¿Qué oculta este hombre en su pasado? ¿Por qué tiene tanto interés en que cuando muera se le recuerde como una persona diferente de la que era? ¿Hasta qué punto Linus Daff podrá trabajar sin implicarse demasiado?

Con esta novela, el lector será testigo de una aventura tan aparentemente sencilla como genial. Podríamos decir que El inventor de historias es una sucesión de relatos encadenados, un desfile de personajes que entran en la vida de Linus Daff y salen de ella. La novela está dividida en dos partes: por un lado la vida del protagonista en suelo británico, un recorrido que podría haber escrito el mismísimo Charles Dickens; por otro, un viaje a Cuba, donde disfrutamos de otras escenas y otros personajes entrañables. En resumen, literatura (de calidad) en estado puro. No se pierdan esta novela que ahora sale en bolsillo bajo el sello Booket.

miércoles, 8 de junio de 2011

'La escritura o la vida', Jorge Semprún

La escritura o la vida
Jorge Semprún

Editorial Tusquets
1ª edición, 1995
Género: Memorias
336 páginas
ISBN: 9788472238589

Muchos son los testimonios que nos ha dejado Jorge Semprún a lo largo de su vida (1923-2011), pero quizá uno de los más destacados sea el que plasmó en La escritura o la vida (Tusquets), donde expone la amarga experiencia de haber pasado por un campo de concentración nazi y tener que enfrentarse a la vida posterior a esa experiencia. La escritura o la vida son las memorias de juventud de un Jorge Semprún que con veinte años se vio encerrado en Buchenwald, uno de los campos más grandes de Alemania. El libro va más allá del puro testimonio y propone una reflexión que se adentra en el terreno de la ficción. Semprún narra la imposibilidad de escribir sin tener en cuenta la experiencia vivida ya que, al intentarlo, puede que la escritura quede bloqueada: o vive y acepta el pasado, o escribe y reflexiona, pero renunciado a vivir.
"Me siento incapaz, hoy, de imaginar una estructura novelesca, en tercera persona. Ni siquiera deseo meterme por este camino. Necesito pues un yo de la narración que se haya alimentado de mi vivencia pero que la supere, capaz de insertar en ella lo imaginario, la ficción..."

Por esa razón no estamos solamente ante unas memorias, sino también ante una novela sobre la experiencia del Holocausto. La decisión de juntar en una misma dimensión a autor, narrador y protagonista no se debe solamente a la voluntad de hacer un retrato histórico y vivencial de un momento concreto de su pasado, sino a esa imposibilidad de recurrir a la tercera persona en la ficción. La dureza de esa experiencia en Buchenwald de casi dos años es lo que desata la gran pregunta: ¿es posible escribir después del Holocausto? ¿Hay que elegir entre la escritura o la vida?
"Tengo que fabricar vida con tanta muerte. Y la mejor forma de conseguirlo es la escritura. En eso estoy: solo puedo vivir asumiendo esta muerte mediante la escritura, pero la escritura me prohíbe literalmente vivir"

Pero Semprún no quiso renunciar a nada y lo intentó: escribió y vivió. Prueba de ello es la producción literaria que nos ha dejado (El largo viaje, Viviré con su nombre, morirá con el mío, Aquel domingo...), aunque sin olvidar en ningún momento lo que para él significó esa lucha. Imprescindible conservar y recuperar testimonios existenciales del Holocausto como el que ofrece Semprún en La escritura o la vida. Ninguno es prescindible: cuando se apaga una voz, nos queda la palabra escrita, y así Semprún vivirá siempre.


Hasta siempre...

lunes, 6 de junio de 2011

'Un matrimonio feliz', Rafael Yglesias

Un matrimonio feliz
Rafael Yglesias
Editorial Libros del Asteroide
1ª edición, 2011
Trad. de Damià Alou
Género: Novela
410 páginas
ISBN: 9788492663378

Imagínense que son ustedes espectadores de una película que se emite a través de dos pantallas, con escenas diferentes pero simultáneas. En una ven cómo un joven americano, sin demasiado dinero, hijo de latinos y con ansias de ser un escritor de éxito intenta seducir a una chica de bien, hija de padres acaudalados, que vive en una de las zonas nobles de Manhattan. En la otra pantalla ven que Enrique, el protagonista masculino, consiguió su propósito: se casó con ella, tuvieron dos hijos y ambos son relativamente felices, pero ahora el cáncer está destruyendo a Margaret, la protagonista femenina. Ese intercambio de escenas, unas mostrando las ilusiones de futuro de la pareja y otras constatando que ella va a morir antes de lo esperado y que ese futuro no es como pensaban que sería, son lo que nos encontramos en Un matrimonio feliz.

Rafael Yglesias, neoyorkino e hijo de padres cubanos, novela su propia experiencia cuando conoció a su esposa y más tarde tuvo que enfrentarse a su enfermedad. Aunque estemos ante una obra de ficción, cada uno de los momentos forma parte de las memorias del autor. Yglesias alterna los capítulos de forma que primero nos presenta la vida de juventud de la pareja (cómo se conocieron, cómo se sedujeron, qué se prometieron mútuamente y cómo fueron sus primeras relaciones sexuales) y en el siguiente capítulo vemos a una Margaret que ya no puede soportar el dolor, postrada en la cama con el estómago lleno de drenajes y deseando morir de una vez. El siguiente capítulo vuelven a ser esos momentos de juventud y así sucesivamente. De esa manera, sabemos desde las primeras páginas cómo empieza la relación, pero también cómo va a acabar. Lo importante de la novela es lo que queda en medio, la reconstrucción que el lector va haciendo a través de la lectura de toda una vida juntos.

A pesar de que lo que nos presenta Yglesias son escenas dramáticas, hay que decir que en ningún momento el dolor se desborda, sino más bien lo contrario: incluso en los momentos más trágicos, el amor se impone al llanto. El autor hace un ejercicio de honestidad y evita escenas de lagrimeo fácil ("incluso en esa coreografía con la muerte, Margaret seguía estando llena de energía, combatiendo el suplicio en que se había convertido su vida") y eso a pesar de que no escatima en descripciones que pueden resutar demasiado duras. Lo que leemos en Un matrimonio feliz (el título no es casual) no es el morboso declive de un proyecto de vida juntos, el auténtico significado de la novela lo encontrará el lector a medida que avance en la lectura y, sobre todo, al llegar al desenlace (las últimas páginas son memorables). Un matrimonio feliz es una extraordinaria novela de contrastes con la que participaremos en un efectivo engranaje narrativo y existencial: como mínimo, al acabar la novela nos sentiremos un poco más humanos.

lunes, 30 de mayo de 2011

Entrevista con James Redfield, autor de 'La duodécima revelación'

James Redfield (Alabama, 1950) ha conseguido millones de lectores en todo el mundo gracias a su primer libro, Las nueve revelaciones (Ediciones B), donde ya daba las claves para emprender el camino de la espiritualidad lejos del caos que vivimos en el mundo: atender a las señales que da la vida, hacer caso de nuestra intuición, abrir la mente y, desde el interior de cada uno, formar parte de un movimiento que busca la verdad y la felicidad de una manera diferente. Tras publicar La décima revelación (Plaza & Janés) y La undécima revelación (Debolsillo) ahora presenta La duodécima revelación (Aguilar), donde busca ofrecer al lector el "conocimiento pleno" para decantarse por el camino de la espiritualidad.


"Este mundo corrupto nos llevará al colapso y el camino espiritual nos da la solución para evitarlo"


Manel Haro. Barcelona (Texto y foto
©)

¿Después del éxito de sus libros, recuerda cuál era su objetivo cuando escribió Las nueve revelaciones?

Sí. Yo trabajaba de terapeuta y vi que había un renacimiento espiritual en el mundo; no era algo que tuviera que ver con la religión, sino simplemente una experiencia espiritual. Mi objetivo era describir esas experiencias que tanta gente estaba teniendo al mismo tiempo.

¿Y cree que ha conseguido algo con sus libros?

Sí, este es el cuarto que escribo. Cada uno es una crónica que explica ese desarrollo personal de la experiencia espiritual que está teniendo lugar en el mundo. La duocédima revelación describe el conocimiento pleno que podemos llegar a tener las personas para conseguirlo.

¿Cree que las excelentes ventas de sus libros le han supuesto ganar seguidores o simplemente lectores?

Creo que han sido útiles a las personas, porque han aclarado esa intuición personal que cada uno tiene en su interior. Yo no soy un gurú ni voy de líder de ningún movimiento, simplemente escribo libros que ayudan a los lectores que ya estaban en ese proceso de experimentación o bien quieren empezarlo.

¿Y en estos años no ha tenido la tentación de tirar la toalla?

No, básicamente el mundo corrupto y caótico en el que vivimos demuestra que el camino no espiritual no es el que hay que seguir. Podemos descubrir por nosotros mismos que ese camino espiritual puede ayudar a solucionar nuestros problemas y nos aporta formas para reformar este mundo en el que vivimos.

¿Cuál es el mayor reto: que las personas crean en ese camino o que decidan no abandonarlo?

Lo importante es la persistencia y descubrir esa guía espiritual. La clave que nos permite llegar a esa experiencia está en seguir las intuiciones que nos guían por el camino de la espiritualidad. Si sigues las intuiciones, llegarás a la felicidad plena.

Veo que su libro es un tanto pesimista en cuanto al mundo. Leyéndolo parece que estemos al borde del abismo. ¿Tan mal estamos?

Nos enfrentamos a problemas cruciales. Es como la contraposición de dos fuerzas: la de aquellos que luchan por el camino espiritual y la de quienes quieren que el mundo siga siendo el lugar caótico que conocemos. Pero si hay un número suficiente de personas que deciden seguir el camino de la espiritualidad, podrán vencer a la fuerza opuesta a ese camino.

¿No siente que va usted a contracorriente? Lo digo porque en esta época de crisis, parece que parte de la sociedad tiende a los extremos...

El número de extremistas en el mundo es muy reducido en comparación con los que no lo son, por lo que la mayoría es más poderosa que la minoría, sobre todo si tienen ese poder espiritual, que es lo que se está produciendo ahora. Pero cada persona tiene que escoger el camino de la integridad y de la aventura espiritual para que esa sea la norma en el mundo. Todos tenemos telepatía entre nosotros y nuestra forma de vivir hace que los demás entren a formar parte de ese modo de vida. Igual que la corrupción y el engaño son contagiosos, el camino de la espiritualidad es todavía más contagioso. Nuestro cerebro y nuestras almas están diseñados para seguir este camino en la vida. Si muchas personas viven de este modo, se establece una conexión que va creciendo. En este sentido, soy optimista, pero cada persona tiene que decantarse en qué lado quiere estar. Este es el mensaje del nuevo libro.

¿Pero cómo decantarse por el lado positivo en un momento en que la corrupción y el engaño parece que vienen de la política y de las instituciones?

Es un proceso individual. En los momentos en que nos sentimos solos y desatendidos es cuando hay que establecer las bases para ese camino. Es la única manera de hacer frente a un mundo corrupto. La corrupción nos llevará a un colapso y el camino espiritual nos da las intuiciones para saber que si sospechamos que vamos a perder el trabajo, entonces no tenemos que esperar a que eso ocurra, sino que debemos empezar a buscar otro empleo.

En España estamos viviendo una ola de protestas que han nacido en las redes sociales. ¿Cree que ese despertar espiritual también puede tener su origen ahí?

Sí, ese es también el mensaje del libro: el poder de la influencia colectiva, que se intensifica a través de los grupos y las redes sociales. El proceso es individual, pero podemos aprovechar las redes sociales para ponernos en contacto con otras personas que sienten lo mismo.

En su libro, el protagonista dice que su mayor maldición es encontrarse con un escéptico. ¿Cuál es la suya?

La actitud que nos limita, que nos pone barreras, es pensar que otras personas son nuestros enemigos, ya sea porque son de otras religiones o de otras ideas políticas. Pero hay que pensar que todas las personas tienen alma, también ego, y que todos nos podemos equivocar. En cambio, nunca hay que considerar a nadie como un enemigo, sino hablar directamente al alma de los demás. Creer que alguien es un enemigo supone aumentar la corrupción del mundo.

¿Pero usted cree que es posible luchar contra el escepticismo en el siglo XXI?

¡Yo soy el vivo ejemplo, lucho cada día! En el fondo, todos somos escépticos, pero sólo hasta que encontramos la experiencia correcta que nos conecta con esa verdad que perseguimos.

LA PORTADA

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miércoles, 18 de mayo de 2011

'El clan del oso cavernario / El clan de l'ós de les cavernes', Jean M. Auel

El clan del oso cavernario / El clan de l'ós de les cavernes
Jean M. Auel
Editorial Maeva / Labutxaca
1ª edición, mayo de 1987
48ª edición, febrero de 2010
Trad. al castellano de Leonor Tejada
Trad. al catalán de Josep Mª Capilla y Raoul Torrents
Género: Novela histórica / Aventuras
551 pgs. / 640 pgs.
ISBN: 9788415120131 (cast.)
ISBN: 9788492549238 (cat.)


Han pasado ya más de treinta años desde que Jean M. Auel escribiese la primera entrega de la saga Los hijos de la tierra, con más de 45 millones de ejemplares vendidos de la hexalogía. El clan del oso cavernario, que supera las 48 ediciones en castellano, narra la historia de Ayla, una niña cromagnon que, debido a un terremoto, se ve alejada de su familia. Tras varias jornadas caminando desorientada, un clan de neanderthales la acepta en su grupo, aunque no sin reticencias. Pronto esas dudas crecen cuando los miembros del clan ven que Ayla no es como ellos y que sus ambiciones distan mucho de las del resto de mujeres.

Estas diferencias darán a pie a diversas situaciones que provocarán el enfrentamiento entre miembros del clan, lo que situará a Ayla en constante tela de juicio debido a su interés por la caza, su incomprensión por algunas tradiciones del grupo o el choque que supone la desconfianza del futuro jefe del clan hacia ella y la protección ofrecida por el chamán y la curandera. Todo ello hacen que esta novela histórica sea sobre todo un relato de aventuras que muestra al lector cómo vivían los neanderthales hace 35.000 años: sus ritos, sus costumbres, su jerarquía, sus creencias y sus habilidades.

Ayla es una niña idealizada que sintetiza diversos años de evolución, por lo que a través de ella podemos acercarnos el cambio (en este caso, acelerado) que supuso el paso al hombre de cromagnon. Más allá de la información, no obstante, la novela ofrece las subtramas necesarias para mantener al lector atento: hay ambiciones, tensión sexual, agresividad, victorias y derrotas, frustraciones y sensación de injusticia. El lector ávido de emociones tendrá que esperar, todo hay que decirlo, a que pasen las primeras ciento cincuenta páginas, porque la autora arranca lentamente, con mucha descripción y detallismo, lo que puede impacientar a más de uno, aunque la espera tiene su recompensa.

Ahora que editorial Maeva acaba de publicar la sexta entrega de Los hijos de la tierra en catalán y en castellano, La tierra de las cuevas pintadas, parece un buen momento para recuperar una serie de novelas que se han convertido en longseller, esas que año tras año siguen vendiendo miles de ejemplares en todo el mundo. Auel avisa que con esta última entrega da por concluida la saga. Todo un fin de ciclo.

viernes, 29 de abril de 2011

'La vida cotidiana', Daniel Gascón

La vida cotidiana
Daniel Gascón
Ediciones Alfabia
1ª edición, enero de 2011
2ª edición, febrero de 2011
Género: Relatos
173 páginas
ISBN: 9788493794361

Imagínense que un día suben a un autobús en dirección a alguna ciudad a tres o cuatro horas de distancia de la suya por carretera y al lado se sienta un tipo de unos 30 años que le empieza a contar fragmentos de su vida. Ustedes no lo conocen, pero él le relata cómo su amigo Alberto se suicidió arrojándose por una ventana, cómo una novia suya (o más bien ex novia) está cada vez más desquiciada y lo único que él quiere es recuperar su banco de abdominales o incluso cómo su relación se tambalea tras acompañar a su pareja al dentista.

A los que nos aburren las historias cotidianas de los desconocidos donde en realidad no pasa nada extraordinario (y que muchas de ellas son sobre amoríos o relaciones de pareja que a mí personalmente me dan pereza), ese viaje en autobús se nos haría eterno y solo pensaríamos en llegar a nuestro destino lo antes posible. En cambio, si son ustedes de los que disfrutan con un rato de charla desenfadada, aquí tienen unas cuantos motivos para escuchar (en realidad leer) a un autor que convierte en literatura aspectos normales de la vida diaria (tan normales que, aun siendo algunos ficticios, es fácil que el lector se sienta identificado).

Desde el punto de vista formal, no hay nada reprochable en este libro. Se presenta como lo que es y no hay artificios que despisten al lector. La divergencia viene cuando uno se pregunta si realmente esas historias van a interesar a todos los lectores o alguno se quedará igual al leer una carta del autor a un amigo muerto o sus aventuras con sus novias, a las que ni conocemos ni probablemente querríamos conocer si en vez de personajes las tuviésemos presentes. Gascón tiene buena mano para escribir, pero no siempre es suficiente con saber contar historias, a veces es necesario que esas historias contengan algo relevante que activen la necesidad de escribirlas y de leerlas. No me he sentido seducido por estos fragmentos de cotidianidad, más bien me han resultado demasiado insustanciales, como si juntos crearan un diario personal de alguien que quiere hacer relevante lo que sencillamente es anodino.

martes, 26 de abril de 2011

'Los enamoramientos', Javier Marías

Los enamoramientos
Javier Marías
Editorial Alfaguara
1ª edición, abril de 2011
Género: Novela
405 páginas
ISBN: 9788420407135


Cuarenta años después de su primera novela, Los dominios del lobo, que escribió con 19 años y que ahora reedita Alfaguara, Javier Marías regresa a la palestra con Los enamoramientos. Reconoce el autor que es una persona bastante insegura y que ningún éxito anterior (en este caso llega tras el reconocimiento obtenido con la trilogía Tu rostro mañana) puede garantizarle que su próxima novela sea publicable. Pero Javier Marías es, desde hace años (quizá desde siempre), una apuesta segura para miles de lectores.

Los enamoramientos arranca con la voz de María Dolz, narradora y protagonista, presentándonos al matrimonio que cada día ve en la cafetería donde desayuna: Miguel Desvern y Luisa. Parecen una pareja afortunada (se muestran totalmente compenetrados, disfrutan de buena situación económica, tienen hijos y hasta chófer), pero una mañana todo lo que han construido ambos se viene abajo cuando un tipo cualquiera, un desconocido sin razones aparentes, asesina a Miguel. Es en ese momento cuando María Dolz, que siempre había permanecido como espectadora pasiva de la buena salud del matrimonio, decide acercarse a Luisa y pasar a ser parte activa de un círculo de incertidumbres del que no querrá salir.

Esta podría ser una novela negra (hay una muerte, un asesino y un misterio que poco a poco va progresando), pero el lector ya curtido en la narrativa de Marías sabe que, en el fondo, las tramas son lo de menos; más bien son el soporte que sustentan una serie de certeras reflexiones que hacen que novelas como Los enamoramientos lleguen a convertirse en los clásicos del futuro. Lo avisa un personaje en esta novela: "Lo que pasó es lo de menos, y lo que ocurre en ellas da lo mismo y se olvida una vez terminadas. Lo interesante son las posibilidades e ideas que nos inoculan y traen a través de sus casos imaginarios, se nos quedan con mayor nitidez que los sucesos reales y los tenemos más en cuenta". Esta es la mejor síntesis de (la esencia de) la obra de Marías.

Los enamoramientos no habla del amor sino de los procesos de enamoramiento (y también de desenamoramiento), de ese estado en que todavía vivimos sometidos a la esperanza de que las cosas puedan cambiar, de que un gesto pueda tener un significado concreto y de que una mirada sea algo más que una simple coincidencia (aunque esto solamente sería una parte de todo lo que ofrece la novela). Todas esas ideas que narra Marías (ríanse ustedes de los libros de autoayuda) son tan exactas en relación a los sentimientos del lector, que hacen que se mantenga viva la idea del autor de no buscar que la literatura sea una forma de conocimiento, sino de reconocimiento: "leyendo reconoces cosas que no creías saber". Hace años que lo dice, lo practica y le sale bien. Con Los enamoramientos el lector entenderá muchas cosas sobre sí mismo y sobre el comportamiento del ser humano en determinadas circunstancias. Esta es una lectura imprescindible.

miércoles, 13 de abril de 2011

'Emaús / Emmaús', Alessandro Baricco

Emaús / Emmaús
Alessandro Baricco
Editorial Anagrama / La Magrana
1ª edición, marzo de 2011
Trad. al castellano de Xavier González Rovira
Trad. al catalán de Laia Font i Mateu
Género: Novela
150 pgs. / 128 pgs.
ISBN: 9788433975560 (cast.)
ISBN: 9788482649429 (cat.)


Definitivamente, Alessandro Baricco no sabe bajar el listón. Cada obra que nos presenta es totalmente diferente a la anterior, lo que motiva que algunos nostálgicos todavía esperen que el italiano escriba algo con esencia a Seda, quizá su libro más conocido. Pero lo cierto es que no le hace falta, porque invente lo que invente, siempre acaba dando resultado. Puede escribir una impecable novela llena de simblismo como Océano mar, donde los huéspedes de un hotel esperan largo tiempo sin saber exactamente el qué o un pintor que deja sus cuadros en blanco porque no puede captar los ojos del mar. Puede probar una mezcla entre teatro y prosa poética en el monólogo Novecento e incluso puede plantear una historia de venganzas, como en Sin sangre.

El Baricco que encontramos en Emaús parece tovadía más diferente y quizá más auténtico. El autor se centra en la evolución de un grupo de jóvenes italianos, educados religiosamente, que, en los años 70, tuvieron que enfrentarse al sexo, las drogas y las frustraciones personales, sin olvidar el temor a no seguir las pautas establecidas que venían marcadas por sus familias y por la Iglesia. Esos adolescentes temerosos pero ansiados de libertad, como lo era el propio Baricco, no dejan de plantearse cuestiones fundamentales sobre sí mismos: ¿están haciendo las cosas bien? ¿se han dejado llevar demasiado rápido ante determinados impulsos? ¿deben probar aquello que otros prueban? Y, sobre todo, ¿sirve de algo el camino que están recorriendo?

Emaús (título que hace referencia a un pasaje del Nuevo Testamento en el que Jesús, la tarde de su resurrección, se aparece a dos discípulos suyos sin que estos le reconozcan) tiene la esencia de Sleepers, la novela del neoyorkino Lorenzo Carcaterra, adaptada al cine por Barry Levinson, donde también unos jóvenes ejemplares y católicos ven cómo sus vidas dan un giro inesperado y demasiado crudo, y donde finalmente el protagonista, Carcaterra, acaba contando esa historia de juventud. La diferencia es que los personajes de Baricco parecen condenados desde el principio y obligados a una tortuosa rutina de la que da cuenta el narrador: "cada vez que regresábamos a casa, al empujar la puerta sondeábamos ese silencio, para ser capaces de comprender si se trataba de la sumisa melancolía de siempre o del vacío del desastre".

A pesar de que Emaús es ficción, hay mucho de autobiográfico en estas páginas y aunque Baricco no llegó a mascar la tragedia, sí lo hicieron otros viejos amigos que han inspirado la novela. Les animo a que no se pierdan esta historia cruda, metafórica pero realista a la vez, donde el ritmo crece hasta estallar al final y con la que, como siempre, Baricco demuestra que es uno de los escritores europeos a tener siempre en cuenta. Una novela para leer y releer.