"Quería retratar la vida que se esconde detrás del artista y hablar de las parejas que se replantean cuestiones importantes en sus momentos de crisis"
Manel Haro. Barcelona
El Nick Hornby que se pasea estos días por Barcelona parece más un hincha del Arsenal que un escritor de éxito: lleva la cabeza rapada, luce una chaqueta tejana, una sencilla camiseta gris y una incipiente barriga que probablemente se deba a que todavía está digiriendo el entusiasmo de la crítica y del público por su última novela Juliet, desnuda (Anagrama). Hornby es ambas cosas: seguidor de la Premier League y autor, tal como demostró en su relato autobiográfico Fiebre en las gradas (Anagrama), donde reflejaba la relación de los hinchas con el fútbol.
Con Juliet, desnuda (Juliet, Naked en Empúries en catalán) el autor ha vuelto a fijar su punto de mira en el terreno de los fans, pero esta vez se ha centrado en la música. En la novela, Tucker Crowe, un cantante que desapareció sin dejar rastro hace años reaparece, de repente, tras descubrir que, por muy acabado que creyese estar, en Internet todavía hay muchos admiradores que siguen preguntándose sobre su paradero y sobre sus discos. La reaparición de este cantante hará que la monótona relación entre Annie y Duncan se vea sacudida, lo que aprovechará ella para plantearse determinadas cuestiones sobre su pareja, un auténtico fan de Crowe.
"Lo que pretendía con esta novela era retratar a un artista que tuviera muchos fans, pero la parte que me interesaba era la vida normal, la de la persona corriente con problemas que hay detrás del artista", explicó Hornby, que añadió con ironía que el cantante que él ha imaginado, Tucker Crowe, está más cerca de Bob Dylan que de Bruce Springsteen, porque el primero es demasiado "oblicuo" y el segundo muy directo, por lo que "los fans necesitan rastrear en la vida de Dylan para saber más de él e incluso para entender sus canciones".
La otra línea argumental de la novela que quiso destacar el autor es la de una pareja que durante años vive anclada en su rutina, "yendo al trabajo y viendo la televisión hasta que descubren que llega un momento en que hay que replantearse algunas cosas como la de tener un hijo, y además se preguntan si esas dudas no tendrían que haber surgido mucho antes". De ese modo, "me interesaba hablar de un tipo de relación que viven muchos matrimonios, a pesar de que muchos periodistas y lectores me pregunten por qué me centro en este tipo de personajes; ¡cómo si mis protagonistas fuesen los únicos que viven momentos de crisis!", quiso puntualizar Hornby.
Lone Scherfig, la directora de An Education (cuyo guión, nominado al Oscar en 2009, era del propio Hornby), ha adquirido los derechos de Juliet, desnuda para adaptarla al cine, aunque como avisa el autor británico, "siempre se han comprado los derechos de todas mis novelas, pero pocas veces se ha acabado haciendo la película". Esta vez, en cambio, parece que el proyecto va camino de hacerse realidad.
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