Mis incursiones al cine de terror, cuando era pequeño, fueron con la serie Pesadilla en Elm Street, las películas protagonizadas por el invencible Freddy Krueger. Recuerdo que me daban auténtico pánico hasta el punto de ir a dormir con el temor de que en sueños se me apareciera Krueger y me asesinara con sus cuchillas. Concretamente, me aterraba el mometo en que movía sus manos cortantes como si abriera y cerrara un abanico y también aquella escena de las niñas saltando a la comba con la cancioncilla esa de "un, dos, Freddy viene a por ti; tres, cuatro, cierra la puerta; cinco, seis, coge un crucifijo; siete, ocho, mantente despierto; nueve, diez, jamás dormirás". No me negarán que todavía impone...
La cuestión es que viendo la serie unos años después, de adulto, me di cuenta de que el miedo se diluía por culpa de unos efectos especiales ya muy superados (y también por las camisas con hombreras, que asociaba con tiempos demasiado lejanos). El mítico Robert Englund en la piel de Krueger seguía inquietándome, pero algunas escenas eran más cómicas que terroríficas. Pero ahora, ahora... ¡¡VUELVE FREDDY KRUEGER!! Este año, en cines, podré volver a sentir ese terror de niño. Seré menos ingenuo, no hará falta ponerme la mano en los ojos entreabriendo los dedos, pero una parte de mi infancia regresará. Espero que el director, Samuel Beyer, no me decepcione después de las enormes ganas que tengo de recuperar un mito del cine de terror.
0 comentarios:
Publicar un comentario