martes, 25 de mayo de 2010

Golpe de efectividad en el cierre de 'Lost' (sin spoilers)

Había tantos cabos sueltos que desvelar en los últimos capítulos de Lost, que inevitablemente el desenlace no podía a gustar a todos. No voy a dar ningún detalle del final, porque no todos los seguidores habrán permanecido sin dormir frente al televisor la noche del domingo al lunes, así que me limitaré a comentar de forma superficial.

Indudablemente quedan muchas preguntas sin responder, algunas de las cuales parece que serán desveladas con los finales alterantivos que se incluirán en la edición en DVD de la sexta temporada. Precisamente porque era complicado atar tantos cabos sueltos, supongo que los guionistas se han decantado por un desenlace lleno de espiritualidad que permitiera a les espectadores sacar sus propias conclusiones sobre algunas incógnitas. Esto provoca que quienes esperaban que la serie se lo diera todo resuelto, hayan quedado decepcionados. Pero los guionistas han sido hábiles.

¿Qué toca ahora? Los foros y webs de internet empiezan a hervir de comentarios de seguidores que dan su opinión sobre los interrogantes no desvelados. Algunos dan explicaciones sobre esas incógnitas y resultan tan convincentes que los que andan decepcionados pueden pensar que algo se les ha escapado. No es raro un desenlace con tintes bíblicos, puesto que durante toda la serie ha habido complicadas pistas que daban pie a reflexionar sobre la vida a través de la religión o la filosofía: John Locke, además de uno de los protagonistas de la serie, fue un pensador inglés del siglo XVII que reflexionó sobre la relación entre la naturaleza y la civilización. Rousseau, la francesa que llevaba años viviendo en la isla antes del accidente del Oceanic, es también el nombre de un filósofo francés del siglo XVIII cuya filosofía mencionaba la influencia negativa de la sociedad en las personas. Jacob es el personaje bíblico amenazado por su hermano gemelo Esaú, que en la infancia le cedió la primogenitura a Jacob; cuando éste se dirige a la Tierra Prometida, Esaú le persigue con un ejército para acabar con él, por lo que Jacob pide a dios: "Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo”. Jacob, por cierto, es el patriarca, el líder del pueblo elegido. Hay más coincidencias, que cualquiera puede encontrar en la red.

El final bíblico, metafísico o filósofico no era, pues, tan extraño. Y como la filosofía o la religión dejan huecos para que cada persona saque sus propias conclusiones, el final de Lost permite que así sea. El juego de las interpretaciones varias empieza a ahora, la discusión está servida y, mientras los guionistas no digan lo contrario, todas son igual de válidas. El desenlace, sin ser conclusivo del todo, ha sido el más efectivo. Mientras siga la discusión, la seguirá viva (al menos hasta que saquen los DVD's y los productores puedan cerrar un negocio redondo).

1 comentarios:

ALBERT dijo...

Efectivamente. Suscribo cada una de tus palabras. A mí no me ha decepcionado la serie y su final ha sido efectista. Además, ofrece numerosas interpretaciones y eso enriquece la serie y extiende su vida, más allá de la season finale, en los múltiples chats que continuarán debatiando sobre ella y en conversaciones nocturnas y frikis entre amigos.