
Por si todavía no lo sabían, Mercè Rodoreda también pintaba. Y cómo pintaba. La exposición reúne una colección de 33 pinturas y collages, la mayoría de ellos retratos, en los que se puede ver la influencia de
Klee, Kandinsky, Miró y Picasso, sobre todo de este último. Las obras fueron creadas en Francia, donde Rodoreda se exilió en 1939. Se afincó en París, pero con la ocupación alemana, se marchó a Burdeos y luego a Ginebra. En el exilio escribió alguna de sus novelas, como La plaça del diamant, y también pintaba.

Ésta es una excelente oportunidad para acercarse a la obra pictórica de una de las escritoras más importantes de las letras catalanas, ya que la mayoría de los cuadros pertenecen a la colección privada de la familia Borràs-Gras. Ahora, permanecen expuestas al público en La Pedrera hasta el próximo 1 de febrero.
La exposición -comisariada por Mercè Ibarz- es más que sugerente y, desde luego, vale la pena visitarla. Seguro que después de entrar en la sala, sólo tienen en mente leer -o releer- las novelas de Rodoreda para relacionar obra prosaica y obra pictórica. No se la pierdan si están en Barcelona: L'altra Rodoreda: pintures & collages.
0 comentarios:
Publicar un comentario