jueves, 22 de noviembre de 2007

Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña se estrenan con "La habitación de Fermat"

Hace apenas unos días se ha estrenado la obra prima de Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña: La habitación de Fermat. La película relata una retorcida historia en la que una serie de matemáticos reciben un extraño acertijo de una persona anónima, de la que solamente saben el pseudónimo: Fermat (Federico Luppi). Si lo resuelven, serán invitados a una casa durante un fin de semana para desvelar un misterioso y prometedor enigma matemático. Solamente cuatro personas logran superar esa prueba inicial y son los invitados a la casa: Alejo Sauras (Bienvenido a casa), Lluis Homar (La mala educación, Los Borgia, Caótica Ana), Elena Ballesteros (El Ciclo Dreyer) y Santi Millán (Amor idiota, Va a ser que nadie es perfecto).

“Galois” (Alejo Sauras) es una joven promesa de las matemáticas que a sus 22 años presume de haber resuelto la conjetura de Goldbach, un problema planteado siglos atrás y que ha supuesto la perdición para decenas de grandes matemáticos, que han acabado volviéndose locos ante la imposibilidad de demostrar la conjetura. Pero cuando debe mostrar al mundo sus resultados, descubre que alguien le ha robado el trabajo.

“Oliva” (Elena Ballesteros) es una joven que se mantiene distante en todo momento con los demás miembros del grupo. Su único interés es atender a los enigmas que van surgiendo en la casa. Se empeña en mantener oculto un episodio de su pasado, pero empieza a sospechar que quizá acabará sacándolo a la luz tarde o temprano.

“Pascal” (Santi Millán) es un inventor frustrado que ve en esta prueba la oportunidad de resarcirse de sus fracasos. Pero cuando entra en la casa, es el primero en sospechar que quizá están ante una trampa mortal. Un accidente que ocurrió en su pasado puede ser el motivo por el que ha sido seleccionado para acudir a esa macabra prueba. ¿Qué pensará el resto del grupo cuando les cuente lo que ocurrió hace años?

“Hilbert” (Lluis Homar) es un hombre solitario que ha dedicado toda su vida a las matemáticas. Presume de conocer ese tipo de ambientes y es el que más entusiasmo muestra en acudir a esa extraña cita.

“Fermat” (Federico Luppi) es el hombre al que los cuatro aspirantes a resolver el enigma esperan encontrar en la casa. Pero una llamada recién acabada la cena, le hace marcharse a toda prisa sin dar demasiadas explicaciones. En ese momento empieza el juego.

La habitación en la que se encuentran empieza a menguar y los cuatro matemáticos se dan cuenta de que corren serio peligro. Solamente con la ayuda de sus cuatro prodigiosas mentes podrán encontrar una solución al verdadero enigma: salvar sus vidas. ¿Pero lo conseguirán?

A Luis Piedrahita y a Rodrigo Sopeña se les conoce por haber colaborado escribiendo para Cruz y Raya, El Hormiguero y El Club de la Comedia. Son, además, directores del programa Nada x aquí, que emite Cuatro. Debutan en el cine con La habitación de Fermat, película que han escrito y dirigido.

Si una cosa parece estar clara en el cine español, es que los directores noveles que debutan cada año hacen películas para quitarse el sombrero. Si pensamos, por ejemplo, en los últimos premios Goya, en la última edición estuvieron nominadas películas como Un franco, 14 pesetas, de Carlos Iglesias o Azul oscuro casi negro, de Daniel Sánchez Arévalo (el Goya a la mejor Dirección Novel se lo debió llevar Carlos Iglesias, pero lo ganó Sánchez Arévalo); ambas películas son un ejemplo de buen cine. En los próximos premios Goya seguro que andarán en las nominaciones de Dirección Novel Bayona (El orfanato) y Piedrahita/Sopeña (La habitación de Fermat).

La película es, sobre todo, guión. Relata una historia de enigmas y juegos de lógica donde los personajes anhelan, de alguna manera, el reconocimiento de los demás o, en cierto modo, escapar de una realidad agobiante –casi nihilista-. El espacio de rodaje es, en casi toda la película, la habitación menguante (en contadas ocasiones hay planos exteriores). Resulta que la habitación menguaba de verdad, por lo que el espacio era claustrofóbico para los actores, que debían actuar en dimensiones reducidas con focos, cámaras, el equipo técnico dentro…

Algunos apuntan que La habitación de Fermat es un calco de Cube, pero cualquiera que la vea, se dará cuenta de que es una simpleza hacer esta comparación, porque exceptuando alguna escena concreta, ambas películas no se parecen en nada. Sí tiene mucho de los relatos de Agatha Christie o de las películas de Hitchcock, pero como pura asimilación del background de dos apasionados del buen cine. Ya se sabe, uno es todo lo que lee y todo lo que ve. En cuanto a las novelas de Agatha Christie, sí hay una similitud específica: los directores, en todo momento, han puesto las cartas sobre la mesa. Si el espectador es hábil, puede desvelar el final a medida que va viendo la película. El film está plagado de pistas y se trata de que el espectador se entretenga reconstruyendo la historia para adelantarse al final. Pero la verdad es que, aunque uno descubre algunas de esas pistas, no acabamos atando cabos hasta el final, porque el ritmo es bastante ágil.

La interpretación es irregular, eso sí. Lluis Homar y Federico Luppi son un seguro de vida. Película donde salgan ellos, difícilmente puede salir mal. Sus actuaciones son, siempre, impagables. En cuanto a Elena Ballesteros, la verdad es que su papel apenas le da demasiadas oportunidades de lucimiento, representa una joven bastante seria y distante. Alejo Sauras se mantiene en su línea, un actor entregado a su papel, pero que todavía tiene encima la lacra de haber aparecido durante demasiado tiempo en Los Serrano. Con el tiempo, sus actuaciones mejorarán. Y en cuanto a Santi Millán, la verdad es que uno no acaba de entender qué ven en este buen hombre para que aparezca en según qué películas. ¿Se han dado cuenta de lo mal que finge las risas en el cine? No hay quien se las crea. ¡Que alguien le enseñe a reír de una forma que no sea tan ridícula! Santi Millán es, básicamente, un actor de comedia que no sabe reír (debería hacer como Buster Keaton, que nunca reía, pero siempre hacía gracia) y esta película no es de humor –aunque tenga chispazos ingeniosos que se agradecen-, así que el papel le viene demasiado holgado.

La habitación de Fermat es una buena película, que demuestra el gran inicio en el mundo del cine que han hecho estos dos noveles: Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña.

Podéis visitar la web oficial de la película: www.lahabitaciondefermat.com (al tanto con la web, que también encoge).

Manel Haro.

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