martes, 23 de octubre de 2007

"El orfanato", la esperanza española para los Oscar de Hollywood


El orfanato es la película elegida por la Academia de Cine para ser la candidata a representar a España en los Oscar 2008. El día 11 de octubre se estrenó en los cines de toda España con un éxito abrumador, después de haber sido mostrada en el Festival Internacional de Cine de Sitges con bastante buena recepción por parte de la crítica, lo mismo que ocurrió en la Semana de la Crítica de Cannes. En algunas salas incluso colgaba el cartel de “entradas agotadas”. Tanta expectación se debe seguramente a la temática de la película, un film de terror ambientado en un orfanato, con niños muertos que parecen volver a la vida; eso siempre vende. Y claro está, también levanta expectación el hecho de que sea una película española, como ocurrió con Los otros de Amenábar.

Y no es casualidad que hablemos de la película que protagonizó Nicole Kidman, porque en los primeros minutos del metraje, parece que estemos viendo un calco de Los otros. Una mujer que habita una casa antigua y lúgubre, que tiene un hijo pequeño con una enfermedad y que además recibe la visita de una extraña mujer mayor que ofrece sus servicios de asistencia social. A partir de ahí la vida y la muerte se entrecruzan. Pero a medida que avanzamos en la película, empiezan a separarse ambos argumentos y nada tiene que ver Los otros con El orfanato, aunque alguna escena sea absolutamente parecida.

Belén Rueda hace un excelente papel, lo que se esperaba de una actriz que ya demostró su valía en la película de Amenábar, Mar adentro. Afortunadamente dejó a tiempo la serie Los Serrano, porque en caso contrario hubiese sido muy difícil creernos su papel de mujer seria y atormentada por la desaparición de su hijo en El orfanato. Pero no solamente hay que destacar la actuación de Belén Rueda, sino que el papel que hace la maravillosa actriz catalana Montserrat Carulla, que encarna a Benigna, la asistenta social que va a hablar de los problemas del pequeño Simón (Roger Príncep), hijo de Laura (Belén Rueda). Y si de papeles va la cosa, también aplaudir el interpretado por Fernando Cayo –Carlos en la película, marido de Laura- y la inestimable colaboración de Geraldine Chaplin.

Sergio G. Sánchez ha debutado de la mejor forma posible con un estupendo guión que seguro tendrá su recompensa en los próximos Premios Goya de Cine, igual que me atrevería a decir que el Goya a Mejor Dirección Novel irá a parar a Juan Antonio Bayona. No cometeré la osadía de decir demasiado pronto que la película puede llevarse también el Goya a Mejor Película y Belén Rueda el de mejor actriz, pero al tiempo.

En cuanto a los Oscar, puede que la película tenga opciones a ser nominada al Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa, pero tengo mis duda de si se lo llevará, porque si bien en España esta película nos parece que despunta dentro del cine español, en cambio en Estados Unidos están bastante acostumbrados a este tipo de películas de terror. Así que creo que de los Oscar volverá –si es que va- como está, sin ninguna estatuilla. Me gustaría equivocarme.

No me gustaría acabar esta reseña sin destacar también la música de Fernando Velásquez, el vestuario de María Reyes y la fotografía de Óscar Faura. Un trabajo excelente el de ellos.

En definitiva, una película de la que se seguirá hablando en las próximas semanas y que vale la pena ir a verla al cine.

Manel Haro.

1 comentarios:

David Muñoz dijo...

Hola, soy David, de seminario. He entrado para ver tu blog y enseguida he ido el comentario de El Orfanato. Estoy de acuerdo con todo lo que dices. A mí la película me gustó, quizás le sobra un poco de ñoñería (el tema del faro, la escena final con los niños, etc), pero el resultado general es muy positivo. Y reconozco que Belén Rueda está espectacular: transmite muy bien el desgaste emocional que sufre el personaje.

Una de las cosas que más valoro del filme es que el drama de la protagonista se me quedó durante unos días en la cabeza: le di mil vueltas a la historia de Laura.

Chapó por Bayona!