"En esta novela, los buenos son muy buenos y los malos, más que malísimos, son asquerosos"
Manel Haro. Barcelona (Texto y foto ©)
Pretender contar todos los avatares del siglo XI barcelonés en una novela histórica puede parecer imposible, por lo que el superventas Chufo Lloréns, que arrasó hace tres años con Te daré la tierra (Grijalbo/Rosa dels Vents), vuelve a la carga con otra entrega ambientada en este mismo siglo, también en Barcelona, y, de paso, aprovechando idénticos personajes. Lejos de parecer una repetición de la fórmula que tanto éxito le dio en su anterior novela, en Mar de fuego (Mar de foc en catalán) Lloréns se centra en la hija de Martí Barbany, próspero comerciante barcelonés, que ve cómo una amenaza se cierne sobre su familia con la firme intención de saldar cuentas pendientes. "Decidí seguir con el siglo XI porque, tras Te daré la tierra, me quedó mucha documentación que iba a desperdiciar", apunta el autor.
La novela, que puede leerse de forma independiente de la primera, es, en esta ocasión, más coral y con más personajes, "los buenos son muy buenos, pero los malos, más que malísimos, son asquerosos", afirma Lloréns poco antes de reconocer que una de las claves del éxito de una novela histórica es que los capítulos sean breves y que cada uno de ellos plantee situaciones diferentes sin que necesariamente sigan el hilo del anterior. "En Mar de fuego el 75% de lo que cuento es acción y el otro 25% es descripción, algo fundamental para no aburrir al lector y evitar así pasarse todo un capítulo detallando cómo sale el sol, porque entonces dan ganas de dejar el libro", explica.
En la trama son pieza clave algunos personajes históricos reales, como Ramón Berenguer I y su primogénito o Almodis de la Marca, que en la novela se muestra ocupada buscando un nuevo heredero y apartar así al colérico Pedro Ramón de la sucesión. Barcelona es nuevamente escenario de tramas y subtramas con personajes pintorescos y diversos, como esclavos, prostitutas, cortesanas, nobles, plebeyos, sirvientes, cristianos y musulmanes que mostrarán su benevolencia, pero también su codicia, lujuria, traición y lo que nunca puede faltar, la ambición. Lloréns asegura que, a pesar de que el siglo XI "es una época que, sin añadir ningún tipo de ficción, ya podría explicarse como una novela de varias entregas", con Mar de fuego da por zanjado este siglo.
La novela, que puede leerse de forma independiente de la primera, es, en esta ocasión, más coral y con más personajes, "los buenos son muy buenos, pero los malos, más que malísimos, son asquerosos", afirma Lloréns poco antes de reconocer que una de las claves del éxito de una novela histórica es que los capítulos sean breves y que cada uno de ellos plantee situaciones diferentes sin que necesariamente sigan el hilo del anterior. "En Mar de fuego el 75% de lo que cuento es acción y el otro 25% es descripción, algo fundamental para no aburrir al lector y evitar así pasarse todo un capítulo detallando cómo sale el sol, porque entonces dan ganas de dejar el libro", explica.
En la trama son pieza clave algunos personajes históricos reales, como Ramón Berenguer I y su primogénito o Almodis de la Marca, que en la novela se muestra ocupada buscando un nuevo heredero y apartar así al colérico Pedro Ramón de la sucesión. Barcelona es nuevamente escenario de tramas y subtramas con personajes pintorescos y diversos, como esclavos, prostitutas, cortesanas, nobles, plebeyos, sirvientes, cristianos y musulmanes que mostrarán su benevolencia, pero también su codicia, lujuria, traición y lo que nunca puede faltar, la ambición. Lloréns asegura que, a pesar de que el siglo XI "es una época que, sin añadir ningún tipo de ficción, ya podría explicarse como una novela de varias entregas", con Mar de fuego da por zanjado este siglo.
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