Cuando me acerco a Xavier Vinader y le tanteo para que nos conceda una entrevista tras dar una conferencia, lo primero que hace es pedir que le tutee. Resulta curioso ver cómo un hombre que actualmente tiene una movilidad reducida es un icono del periodismo de investigación. Accede sin problemas a hablar con nosotros a pesar de que un taxi está a punto de recogerlo. Vinader es conocido, sobre todo, por sus artículos en la revista Interviú sobre tramas ultraderechistas en Euskadi, que lo llevaron a prisión y al exilio.
¿Qué recuerdo le queda de los artículos que lo llevaron a prisión?
Un recuerdo agridulce. Esos artículos estaban basados en las revelaciones de un policía nacional destacado en el País Vasco, que tomó conciencia de estar implicado en una trama terrorista de un signo que no era ETA. El policía explicó la actuación de los grupos policiales a un lado y otro de la frontera en contra del mundo de los refugiados abertzales. Aquello supuso mi entrada en prisión y mi exilio [en París] durante cinco años. Cuando escribí aquellos artículos, ya era un periodista incómodo, llevaba tiempo dando la barrila (ríe) y, cuando llevas una línea muy determinada, o colaboras con el poder o te quitan del medio. Utilizaron mis artículos para frenar mi carrera y crear un precedente. Se creó el síndrome Vinader: el temor de los periodistas al poder.
¿Cómo lo trataron sus compañeros de profesión?
Se solidarizaron conmigo. Se creo un sentimiento de cohesión, algo que es difícil que ocurra hoy. La clase periodística se sintió agredida a través de mí y reaccionó. Entonces funcionó y me indultaron.
Si pudiese volver atrás, ¿rectificaría sus artículos?
No, aunque el policía y yo fuimos a la cárcel. Después de los artículos hubo dos atentados, eso me supo muy mal, pero no me siento responsable. Mis artículos denunciaban un determinado tipo de terrorismo, que, desde entonces, se acabó en aquella zona. No me arrepiento de nada.
¿Cree que actualmente puede hacerse periodismo de investigación de calidad?
Ahora hay más instrumentos para investigar que en mi época: acceso a base de datos, tecnología, etc. Yo recuerdo haber entrado en lugares y llevarme papeles, ahora eso es difícil, porque hay gabinetes de prensa, etc. En la actualidad hay que desarrollar la imaginación, aunque ahora el poder está más confiado.
Si tuviera que dar un consejo a un joven periodista, ¿qué le diría?
El periodismo de investigación no siempre se hace en las esquinas, a veces puede empezar en las salas de las bibliotecas. Hay muchas fuentes abiertas, que manejándolas bien, se pueden llegar a cosas muy interesantes. Los medios no están mucho por la labor pero no hay que olvidar que una sociedad no podrá ser plenamente democrática si no existe el periodismo de investigación, con unos periodistas dispuestos a preguntar, repreguntar, contrapreguntar y mirar debajo de las alfombras.
1 comentarios:
Bravo Vinader. Abajo los periodistas relaciones públicas,los que evitan los problemas, los soldados de rueda de prensa. Vivan los periodistas críticos con todo poder. Ya no quedan.
Publicar un comentario