miércoles, 19 de diciembre de 2007

Entrevista con Melissa P., autora de 'En el nombre del amor'

Melissa P. (Melissa Panarello) nació en un pueblo de Sicilia en 1985 y con tan solo 17 años publicó Los cien golpes, un libro escrito en forma de diario donde explica detalladamente su vida sexual durante la adolescencia (llevada al cine por Luca Guadagnino y protagonizada por la actriz española María Valverde). Esta novela se tradujo a más de treinta lenguas y fue un éxito dentro y fuera de su país. Hace dos años publicó El aroma de tu aliento, otra novela autobiográfica pero en diferente línea que la primera y ahora llega a España su última obra, En nombre del amor (Plaza & Janés).

En nombre del amor es una carta abierta al cardenal Ruini, donde la autora expone sus opiniones sobre la posición de la Iglesia ante temas como el aborto, el divorcio, las bodas homosexuales y su intromisión en la vida política italiana. Con un tono respetuoso y humilde, Melissa ha escrito esta carta que todavía hoy no ha obtenido respuesta. Melissa, una joven italiana que en el único dios en el que cree, es en el del amor.

Manel Haro. Barcelona

Melissa, dices que el libro nace de la rabia cuando la muerte de Juan Pablo II y la elección de Benedicto XVI acentúan un fundamentalismo religioso que creías existía solo en los libros de historia.

Sí, Juan Pablo II fue un Papa bastante tolerante, pero un Papa a fin de cuentas; era bueno, sí, pero un Papa. Benedicto XVI es muy diferente, es más duro, hace restricciones, pone límites y es más fundamentalista, claro. Su elección fue algo muy traumático; por ejemplo, el día que Benedicto fue elegido, habemus papam (risas), yo estaba en el hospital porque tenía un problema y estaba en la cama y allí estaba el televisor; yo tenía una hemorragia y cuando Benedicto apareció en el balcón del Vaticano, los doctores centraron su atención en él y se olvidaron de mí, entonces pensé que estábamos en el fundamentalismo. No sé por qué, pero lo pensé y la verdad es que ahora podemos ver los resultados; por ejemplo, Benedicto quiere introducir de nuevo el latín en las misas, quiere una serie de cosas que Juan Pablo nunca hizo.

¿Y ha sido difícil canalizar toda esa rabia para poder escribir un libro en un tono tan respetuoso y educado?

Muy difícil, sí, porque yo soy muy feroz (risas), no soy buena por decir las cosas de forma dulce y educada, pero intenté hacerlo y creo que lo conseguí.

¿Y con qué intenciones escribiste este libro?

Pensé en hablar sobre estos temas, contra la Iglesia, porque ningún intelectual en Italia lo hace. Entonces yo, que soy muy leída, pensé que alguien podía escucharme y pensar en luchar contra la Iglesia y un sistema político que siempre hace lo que la Iglesia dice.

¿Crees que has conseguido lo que te proponías?

Sí, porque la gente ha apreciado mucho lo que escribí, sobre todo la gente que en los setenta luchó por el divorcio, el aborto… y ahora sienten que se ha hecho un paso atrás. Esa gente, que tanto ha luchado en el pasado, vuelve ha sentir lo mismo que sentía antes y piensa que está recomenzando otra vez el camino.

¿Ha sido el sector que más te ha apoyado o quizá más los jóvenes?

Lo jóvenes, sí, más que los adultos, porque los adultos tienen ya familia, pareja, hijos… ya han elegido las cosas de su vida, pero los jóvenes no. Los jóvenes sienten amenazadas las elecciones de su vida y son más afines a este sentimiento, claro.

¿Y quiénes te han criticado más?

Los políticos, sobre todo de derechas (risas), son más hipócritas. Ellos me han criticado por este libro porque creen que yo no tengo que hablar de estas cosas, que escribo pornografía, que soy muy joven y no comprendo nada de este sistema… Me han criticado mucho, pero realmente no soy la única que pienso así, mucha gente piensa igual y es joven como yo y tampoco tiene estudios…

Leí que incluso un político te comparaba con Ciciolina, decía que las dos hacíais lo mismo, pero ella no se metía con el Papa.

Sí, es terrible, porque esos políticos, en particular de derechas, tienen más de una pareja, hijos con diferentes mujeres, pero critican esas cosas, son muy hipócritas. Pero con los políticos de izquierda pasa lo mismo, son hipócritas, han prometido cosas que no han cumplido: las parejas de hecho, los derechos de los homosexuales... y para mí eso es peor.

Cierto, recuerdo un viaje que hice a Roma y en la propaganda electoral de Prodi se prometía las bodas homosexuales, pero no parece que se cumpla.

Sí, pero no se hacen por el Vaticano, claro, porque ellos no quieren. El Vaticano es más poderoso que Prodi. El político medio italiano tiene miedo, no hace la ley por miedo.

¿Y crees que la Iglesia recapacitará algún día sobre estos temas?

No, nunca, porque así ha nacido y así seguirá.

¿Crees realmente que la Iglesia tiene más fuerza que el amor o el sexo en las relaciones entre personas?

Bueno, la religión puede tener más fuerza cuando un sistema político permite que la Iglesia tenga más fuerza. Cuando el estado, el gobierno, no permiten que sean ellos los que digan qué se puede hacer y qué no, entonces la Iglesia no tiene más fuerza, claro. La gente debe poder elegir sobre su vida y elegir también si quieren seguir los dogmas o no, pero claro, el Vaticano está ahí muy cerca.

Vosotros tenéis al cardenal Ruini y nosotros a Rouco Varela, un hombre que cuando el gobierno español aprobó las bodas entre homosexuales, salió a manifestarse junto con la derecha española y, en cambio, se quedó en casa cuando España entró en Iraq.

Ya, ¿qué se puede decir de esto? Es gente que está a favor de la pena de muerte, pero dicen que el aborto es un homicidio, ¿acaso la pena de muerte no lo es? Hace poco la BBC hizo un reportaje sobre los crímenes sexuales de la Iglesia y en los países católicos no se ha emitido porque es muy fuerte. La Iglesia permite a los sacerdotes cometer crímenes sexuales, porque existen, pero los guardan en secreto. ¿Por qué se meten contra los homosexuales diciendo que van contra natura y toda esa mierda si ellos hacen cosas mucho peores? Ellos cometen pedofilia, no se puede decir que sean hipócritas, son mucho peor que eso. Parece que viven en un mundo paralelo.

¿Por qué dices que hay que buscar el lado B de las cosas?

Porque el lado B es lado que nadie ve, el lado oculto, secreto. La gente muchas veces ve el lado A de las cosas. Por ejemplo, los que dicen que los homosexuales no puedan casarse, solo están viendo el lado A, lo relacionan con temas únicamente sexuales, pero obviamente existe amor. ¿Por qué el amor es contra natura si dos hombres se aman? No sabemos por qué lo dicen.

Melissa, el libro es una carta abierta, ¿ha habido respuesta?


No, no he recibido ninguna todavía.

Ibas a hacer también una entrevista doble con un cura en algún medio, pero éste parece que acabó negándose por miedo. ¿Acabó aceptando?

No, nunca se llegó a hacer, pero por qué él no quiso.

¿Te gusta que se te asocie siempre como la autora de Los cien golpes o crees que ya es hora de que también te relacionen con tus otros libros que has ido escribiendo y que son bastante diferentes entre sí? Es decir, ¿hay que hablar ya de otra Melissa?

Bueno, fue mi primer libro, el primer éxito y la gente compara las cosas, pero soy autora de otros libros, ahora estoy escribiendo otro, Melissa es la autora, no soy el personaje, solo soy la autora. Por esa razón he decidido ser en mi próximo libro Melissa Panarello y no Melissa P., así nadie se confundirá.

¿Será una novela tu próxima obra?

Sí, es una novela, no autobiográfica, hablo en tercera persona, es otra cosa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

al final qe pasa??en el libro 100 golpes..es real o no???eso le paso a melissa o no???es verdad todo loq dice el libro???

, dijo...

Si, lo del libro es verdad. Pero hay algo que hizo que ya no me gustase la historia. En una entrevista al finalizar le preguntan si volveria a pasar todo ese tormento para llegar a donde esta hoy y ella responde que si.
Más de uno habra llorado y sentido el mismo dolor que la protagonista, no me incluyo porque soy fuerte pero la historia me hizo ver el lado malo y pude valorar algo que muy pocas veces valoraba.