Agosto, octubre
Andrés Barba
Editorial Anagrama
1ª edición, septiembre de 2010
Género: Novela
146 páginas
ISBN: 9788433972163
Andrés Barba utiliza una prosa dura y directa adaptando la novela al registro que exigen los personajes. El Tomás que quiere escapar de su propia realidad siente la necesidad de "follar", "poseer" y "reventar", pero eso nos lo dice el narrador, que está por encima de un protagonista que apenas muestra su rebeldía a través del diálogo (en el fondo, el Tomás de ese verano extraño no es el Tomás auténtico).
El autor madrileño vuelve a indagar en la perversión de la preadolescencia, como ya hizo con su anterior novela, Las manos pequeñas (Anagrama, 2008), aunque con aquella su interés se centró más en la infancia. Barba demuestra solvencia con una narrativa clara, sin medias tintas, que hace que sus novelas sean pequeños artefactos en las manos del lector. Agosto, octubre es una obra excelente y su autor una de las voces que, aun siempre permaneciendo de forma discreta en un segundo plano, empieza a reclamar la atención de un auditorio cada vez más amplio. Y lo merece.
Andrés Barba
Editorial Anagrama
1ª edición, septiembre de 2010
Género: Novela
146 páginas
ISBN: 9788433972163
Ésta es la historia de un adolescente que se cansó de ser un buen chico y durante un verano decidió probarse a sí mismo. Tomás se marcha con su familia de vacaciones a la misma casa de siempre donde le esperan los amigos de siempre. Esta vez, en cambio, la enfermedad terminal de su tía hace que nada sea lo mismo de otros años. Es precisamente por el capricho (forzado) de abandonar el papel de hijo ejemplar que Tomás es empujado del abandono de la inocencia infantil a una adolescencia que empieza a reclamarle ciertas responsabilidades de adulto.
Andrés Barba utiliza una prosa dura y directa adaptando la novela al registro que exigen los personajes. El Tomás que quiere escapar de su propia realidad siente la necesidad de "follar", "poseer" y "reventar", pero eso nos lo dice el narrador, que está por encima de un protagonista que apenas muestra su rebeldía a través del diálogo (en el fondo, el Tomás de ese verano extraño no es el Tomás auténtico).
El autor madrileño vuelve a indagar en la perversión de la preadolescencia, como ya hizo con su anterior novela, Las manos pequeñas (Anagrama, 2008), aunque con aquella su interés se centró más en la infancia. Barba demuestra solvencia con una narrativa clara, sin medias tintas, que hace que sus novelas sean pequeños artefactos en las manos del lector. Agosto, octubre es una obra excelente y su autor una de las voces que, aun siempre permaneciendo de forma discreta en un segundo plano, empieza a reclamar la atención de un auditorio cada vez más amplio. Y lo merece.
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