
Echando un vistazo a las críticas, veo que han sido bastante demoledoras:
larga, superficial, basada en un ideario rancio, carente de calidad... Tras ver la película, sí he notado que los sentimientos de los personajes femeninos son bastante superficiales y, en consecuencia, poco creíbles. También es cierto que 120 minutos para una historia como ésta, donde el relato es completamente lineal, es excesivo: 90 hubiesen sido suficientes. Sin embargo, Julie y Julia guarda una particular esencia que provoca una agradable calidez, quizá sea porque la cocina tiene gancho o porque pocas películas se hunden del todo si Meryl Streep lleva el timón del barco.

Julie y Julia no es una película que guarde ninguna complejidad, se trata de un guión sencillo y lleno de tópicos con una pareja de actrices que mantienen el listón alto en todo momento. Tanto es así que la estructura me recuerda demasiado a El diablo viste de Prada: en ambas películas el papel de mujer
de referencia (cocinera en una y periodista en otra) es interpretado por Meryl Streep; Stanley Tucci es pareja artística de Streep en los dos filmes (en uno hace de su marido y en el otro es compañero de trabajo); en ambos, la chica que aspira a algo es más bien sencilla e ingenua y debido a su compromiso con su ambición, es capaz de poner en riesgo su relación idílica con su novio. Y, claro, si la fórmula funciona, por qué no copiarla...

En definitiva, un filme para pasar un rato entretenido y salir del cine sin demasiadas conclusiones.
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