
Cuando salgo de ver una exposición, siempre me gusta haber encontrado respuesta a tres cuestiones: ¿cuál es el objetivo de la exposición?, ¿qué novedades aporta? y ¿qué he aprendido? Para empezar, el recorrido es demasiado difuso para mi gusto: aquí hablamos del Magreb, aquí de misticismo, aquí del arte mudéjar... y esto ocurre porque, en el fondo, no parece que haya un recorrido claro, sino que el eje es la simple muestra (acumulación) de objetos sin un hilo conductor definido.
Mi decepción parte del título: Los mundos del Islam suena a demasiado ambicioso y es

Además de los objetos, se proyecta un audiovisual sobre las mezquitas del mundo. Y aunque las mezquitas son focos de gran riqueza cultural, la proyección sólo ofrece una vista aérea de las ciudades y un par de fotos de cada una de ellas (básicamente de los exteriores, a pesar de que lo más interesante está en el interior).
La sensación que me queda es que, para todo lo que prometía el título, el resultado me ha sabido a poco (muy poco). No he aprendido nada, no me han aportado ninguna novedad que uno no pueda saber a golpe de Google y no veo mayor objetivo que la básica exposición de piezas (sin discurso ni recorrido).
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