viernes, 5 de diciembre de 2008

'Los Nenes', Patricio Fernández

Los Nenes
Patricio Fernández
Editorial: Anagrama
(1ª edición, septiembre de 2008)
Colección: Narrativas hispánicas (441)
Género: Novela
175 páginas
ISBN: 978-84-339-7179-1

Patricio Fernández se sitúa como personaje de esta novela para relatar de primera mano los andares de dos personajes peculiares. Uno es Gastón Miranda, un tipo que va dando tumbos entre sus amigos, soltando lindezas de todo tipo. El otro es Carlos Iribarren, un escritor que decide buscar a una ex pareja suya sin saber del todo para qué quiere hacerlo. Ambos, a pesar de que superan los setenta años, se comportan como críos –como nenes- que no saben lo que quieren, que van de un sitio a otro sin un objetivo demasiado claro. Fernández personaje escribe una novela sobre estos dos amigos suyos; el resultado es la novela que el lector tiene entre manos: Los Nenes.

Alguien dijo una vez que una novela debía ser como una butifarra: da igual lo que haya dentro, lo importante es que esté bien atada por el principio y por el final. Los Nenes sería más bien una hamburguesa estampada en el plato: da igual por dónde empieces, el sabor no cambiará. Da igual también si te dejas la mitad, porque el resultado para el paladar será el mismo. Lo mejor del asunto es que si no le hincas el diente a la hamburguesa puedes ahorrarte un empacho innecesario.

Eso es Los Nenes: una novela que, una vez leída, puede dejar cierta sensación de indiferencia. El relato que hace Patricio Fernández (autor, narrador y personaje) de Carlos Iribarren y Gastón Miranda es el de una extraña cotidianeidad. Iribarren está empeñado en conocer a una ex pareja a la que ha dedicado su último libro. Cuando se consuma el reencuentro, Iribarren se dará cuenta de que ha sido un error. Patricio Fernández nos cuenta el trigo y la paja sin hacer ese necesario ejercicio de criba. Lo mismo ocurre con la historia de Gastón Miranda, un tipo de un ácido humor que se mueve en pequeños círculos literarios lanzando dardos envenenados de perversión y envidia. Lo diferente es que aquí la paja se come al trigo.

Los dos personajes (los Nenes) me resultan de un aburrimiento pasmoso. Dos vidas poco atractivas contadas por un escritor que parece pecar de cierta pretensión. Apostaría a que Patricio Fernández ha querido escribir deliberadamente una historia corta pero tremendamente densa para que el lector capte el tedio de lo que cuenta.

Pero esa densidad puede apoderarse del lector desde la primera página hasta la última (salvo a los lectores, claro está, que les vaya este tipo de literatura). Personalmente, lo que narra me resulta tan poco interesante, sus personajes tan poco atractivos y su prosa tan cargada, que se me agotarían rápidamente los argumentos para recomendar este libro.

¿Por qué el autor ha evitado poner los diálogos de forma directa y los ha incluido en inacabables párrafos? ¿Por qué ha evitado poner más puntos y aparte? Son esas manías de algunos escritores que parece que escriban más para sí mismos que para los lectores. Ningún escritor debería olvidar que una novela no se consuma hasta que el lector la lee.

5 comentarios:

Patricia Tena dijo...

La verdad es que este libro no me llama nada. Si con poco más de 100 páginas te aburre... no merece la pena. Muy buena la metáfora de la butifarra :)

Anónimo dijo...

me parece que no entendiste ni un párrafo de la novela. notaste que gastón miranda es germán marín? sabías que "los nenes" es el mote que gonzalo contreras les puso a los jóvenes literatos reunidos en torno a the clinic -fernández, gumucio, etc.-? sabías que contreras, que al igual que marín aparece con seudónimo en la novela -aquel al que le editaron mal una novela- es, por ello, un acérrimo enemigo de marín? ah, otra cosa, hincar va con hache...

Manel Haro dijo...

Querido amigo anónimo, en primer lugar pedir disculpas por la errata en la palabra "hincar". Se me pasó.

Vayamos a lo que nos interesa: la verdad es que leí esta novela hace ya unos meses y no recuerdo demasiado. Pero, por lo que me dice, sin duda se me escaparon algunos detalles. Quizá es que el autor hace alusión a autores que no son tan conocidos fuera de Hispanoamérica. Quizá esta novela en Chile se entienda mejor que en España. A mí me aburrió soberanamente. Pero quizá debido a que no conocía estas alusiones. ¿Usted cree que el público general en España, por ejemplo, entendería estos juegos? ¿O es una novela para un público reducido? Le animo a que me responda. Gracias por su comentario.

Anónimo dijo...

Amigo Manuel, aclaro que el anónimo que te escribe es un argentino que está de paso por España -donde compré y leí esta novela. Valga la aclaración para hacer ver que los mecanismos lúdicos que pone en juego Fernández no se entienden solamente en Chile. Respondiendo a tu pregunta: no se puede subestimar al lector, sería un grave error. Imagínese que Herralde le ponga una nota al pie que diga "Gastón Miranda: seudónimo que el autor utiliza disfrazando el nombre de Germán Marín -nótese la identidad de iniciales-". Perdería toda su gracia. Vos bien dijiste, es el lector quien termina la obra, una novela no es tal hasta que encuentra un lector. Pero ojo, hay que buscar los diferentes sentidos del texto. La lectura no es un acto pasivo, todo lo contrario.

Manel Haro dijo...

Pues tu comentario sirve como prueba de lo que yo digo siempre: una crítica es algo subjetivo. A mí esta novela no me ha gustado, pero a ti sí. Me alegra que en este blog la gente aporte sus opiniones. Por eso siempre las publico. Tu aportación ayudará a los lectores que dudaban de si comprar esta novela. Gracias de nuevo por tu colaboración.