
Las 13 rosas relata la detención de un grupo de simpatizantes republicanos, que luchan activamente contra Franco repartiendo panfletos y lanzando gritos antifascistas. Hay un traidor, el que delata a los demás para que los detengan y él se salve. Ese traidor es nada más y nada menos que Fran Perea, un actor bastante mediocre cuyo trabajo no me gusta ni en las series de televisión. Entre los detenidos hay hombres y mujeres, pero la película gira entorno al grupo de mujeres –ya lo dice el título-. Al principio no me salen las cuentas, voy repasando las mujeres que detienen y no veo que haya trece. De hecho, las importantes son cuatro o cinco. Solamente cuando las van a llevar al patíbulo –ya al final de la película-, aparece el resto, ahora sí son trece.
Da la sensación de que lo que el guionista y el director querían era sobre tod

Todo resulta un poco caótico. El director no ha sabido darle la importancia dramática que requería una historia como esta. En lugar de centrarse más en la relación entre las mujeres y su familia, lo que h

Además de que hay poca carga dramática, la misma película la contrarresta con canciones, sonrisas, alegrías y demás. Las trece rosas no sufren en la cárcel, son felices, cantan juntas, bailan… Al final, de repente, son condenadas a muerte. Uno entiende lo que ya he dicho, que el director y guionista querían que nos enterneciéramos con ellas para luego llorar en la escena más importante, le ejecución. Pero no es así porque el espectador no acaba de creerse del todo lo que le están contando.
El equipo de maquillaje está nominado en los Goya. Espero que la Academia tenga e

Las 13 rosas me ha resultado una película superficial, previsible –a pesar de que era obvio el desenlace-, mal dirigida y donde se nota que han prescindido de escenas duras para llegar a un público lo más amplio posible.
Manel Haro.
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