viernes, 9 de noviembre de 2007

"Yo luché junto a Sadam", Basim Yoni y Clemente Tribaldos


Clemente Tribaldos produce y dirige documentales de diversa temática. Cuando realizaba “Iraq, entre el Miedo y la Esperanza”, conoció a Basim Yoni (pseudónimo de Bassam el Ghazaoyi), un artista iraquí que llegó a España de una forma dramática.

Conmocionado Clemente Tribaldos por las vivencias que Basim le contaba, ambos decidieron ponerse manos a la obra y explicar esas experiencias en un libro: “Yo luché junto a Sadam”. El libro precisamente del que hablamos ahora, una obra de testimonio de primera mano en el que se narra cómo viven los iraquíes la dictadura de Sadam, cómo intenta salir adelante y, sobre todo, las injusticias y las constantes violaciones de derechos humanos y las torturas que reciben. Vivencia y drama contado en primera persona por Basim Yoni y narrado por Clemente Tribaldos.

Basim Yoni es uno de los artistas más reconocidos de Iraq, que trabajó durante largo tiempo decorando los palacios personales del hijo de Sadam Hussein y recibiendo premios del mismísimo dictador. Pero, como se dice en varias ocasiones en el libro, en Iraq no parecen entender de arte o, mejor dicho, las mentes no están para el arte cuando una dictadura les oprime. El deseo de Basim es marcharse a Europa, para poder vivir de sus obras artísticas y que la gente reconozca su trabajo como él se merece. Pero dejar Iraq es considerado una traición al país y está castigado con la cárcel o incluso con la muerte.

Ya Basim tuvo que abandonar sus estudios universitarios porque fue obligado, como miles de jóvenes iraquíes, a alistarse en el ejército y luchar en las diferentes guerras absurdas que Sadam llevó a cabo: la de Irán, la de Kuwait… Y Basim estuvo en más de una ocasión jugándose la vida en primera línea de fuego prácticamente, pero el destino o la suerte quiso que este artista saliera ileso de todos los enfrentamientos.

Resulta curioso ver cómo a pesar de formar parte del cuerpo militar de Iraq y de haber recibido los honores del dictador en persona, Basim pasó por las cárceles en más de una ocasión. En esa dictadura da igual el motivo, cualquier acto absurdo puede ser propicio para las más duras torturas. Miles de personas murieron torturadas en las cárceles sin siquiera saber de qué se les acusaba.

No solamente se debe recordar a Sadam por el genocidio contra los kurdos, sino también por el temor que infligió a su pueblo; él gozaba mostrando las torturas a las que sometía a su pueblo, solamente para mantener a los ciudadanos aterrados y que no osaran enfrentarse a su régimen. Incluso infiltraba a agentes secretos en las calles incitando a la gente a insultar a Sadam para luego fusilar al que dijera algo en contra de él.

No reproduciré aquí las torturas que se detallan en el libro, pero desde luego es un testimonio de primerísima mano de lo que la crueldad humana puede llegar a hacer.

Y entre tanta muerte, tanta crueldad, la vida de este artista que lo único que quería era vivir en libertad, algo utópico en una dictadura.

Basim traza aquí el recorrido que hizo de incógnito llegando a Jordania, Libia, cruzando Egipto en autobús, intentando llegar a las costas italianas de forma ilegal en un barco y cómo se va acercando al sur de España.

Es un libro que es un fiel testimonio de la dictadura de Sadam, no solamente de la ocupación británico-americana que supuso la caída de Sadam del gobierno, sino desde la llegada al poder de éste. Una obra que es absolutamente imprescindible para cualquier persona que quiera informarse de esta dictadura, pero también para los que necesiten saber que, a fin de cuentas, cuando hablamos de población civil, todas las guerras acaban siendo iguales, los que pierden son los mismos: los inocentes.

Por cierto, el que tenga oportunidad de ver, aunque sea en Internet, las obras de Basim Yoni, que no se las pierda, son auténticamente maravillosas.

Manel Haro.
Reseña aparecida en Anika Entre Libros.

Editorial Nowtilus
Colección A Debate
Género: Literatura de Testimonio
ISBN: 84-9763182-X
264 páginas
Precio: 13,95 euros

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